Una tarde muy complicada vivieron ciclistas, motociclistas, montañistas y lugareños de una tranquila quebrada de Mendoza, Argentina, cuando un caballo quedó atrapado entre las rocas sin poder moverse y poniendo en peligro a quienes intentaban rescatarlo.
Todo sucedió en el Dique Frías, una zona intermedia entre la salvaje Cordillera de los Andes y la ciudad de Mendoza, un tranquilo sábado de primavera. Esta zona es preferida por los amantes de la naturaleza, ciclistas, motociclistas, montañistas y amantes del trekking por su complejidad y cercanía con la población.
Quien tomó las fotografías muestra cómo estaba atrapado el caballo, y relata que caminaba por el lugar cuando, de repente, se encontraron con una “escena que tenía todo el aspecto de un accidente: motos cruzadas sobre la senda, y a poco metros sus dueños -con los cascos puestos- que trabajaban junto a personas con ropa de campo, en torno a alguien o algo caído”.
La zona del Dique Frías, en la precordillera de Mendoza.
El lugar es muy visitado por ciclistas y motociclistas.
Cuenta el testigo que esperaban encontrar a una persona herida, sin embargo se encontraron con un problema mayor: un caballo atrapado entre las rocas: “un caballo encajado de espaldas entre dos rocas agitaba sus cascos en el aire, tratando de librarse de la trampa imposible en la que había quedado”.
El lomo, el cuello y la cabeza del animal formaban un ángulo difícil de entender y estaban encajados entre un gran bloque y un salto de agua”, cuenta.
Pero el caballo no estaba solo, sino que varias personas intentaban liberar al animal, y por eso querían mover una gran piedra con barretas y sogas. Además, el caballo tenía puesta su montura, por lo que había un jinete muy preocupado por su salud.
El jinete había intentando que el caballo trepara por la roca de una pequeña cascada que estaba a pocos metros, lo que terminó con esa terrible escena. El hombre había podido saltar antes de que el peso del animal lo aplastara.
Pero esto había sucedido un par de horas atrás y ya era evidente que el animal había intentado de todas las formas posibles escapar de su prisión, sin suerte alguna.
Los dueños del caballo habían ido hasta el puesto cercano a buscar las barretas que utilizaron para mover las piedras y motociclistas y ciclistas se habían sumado al rescate.
Así estaba atrapado el caballo.
A pesar de los esfuerzos, nada había movido la roca y ya se había congregado una pequeña multitud alrededor de la escena.
“Motoqueros con sus trajes de Power Rangers, ciclistas embutidos en Lycra de colores chillones y puesteros de facón a la cintura, por supuesto todos opinando y devenidos en oficiales del cuerpo de Bomberos”, cuenta el testigo del rescate.
“Dos lazos rotos y otra hora más tarde, la improvisada Fuerza de Tareas logró girar la piedra y liberar al caballo. Restaba poner de pie al animal, que a esa altura ya estaba aturdido y entumecido”, relata.
Sin embargo, en el intento casi se asfixia, pero la fuerza del animal y sus ganas de liberarse, se conjugaron para que pudiera ponerse en pie, aunque un poco tembloroso.
Tras horas de arduo trabajo, el caballo pudo ser liberado y volvió con su dueño, quien prometió tener más cuidado con él desde ese momento.
El caballo, libre de la prisión que lo mantuvo, cautivo durante horas.
¿Qué piensas de lo que pasó con este caballo? ¿Crees que lo ocurrido se debió a una imprudencia del jinete o se trata de accidentes que pueden suceder?
¡Déjanos tu opinión y comparte!