No nos cansamos de maravillarnos con la magia que guarda la naturaleza, cautivándonos una y otra vez. Y a pesar de todo el daño que el ser humano le hace al Planeta, todavía se reserva sorpresas que nos dejan sin palabras.
Dentro de las bondades que algunos humanos tienen la dicha de contemplar, están los nacimientos de animalitos. Y cuando los vemos perfectamente formados, con su ternura indescriptible, realmente nos quedamos extasiados.
Pero Scott y Jackie Nelson, dos criadores de caballos de Melourne, en Florida (Estados Unidos), no eran capaces de sospechar la enorme sorpresa que su yegua, de raza paint horse, les daría con su parto.
El rancho donde crían a sus caballos se llama Down Under Colour, muchos de los cuales han ganado reconocidos premios de hípica. Pero lo importante es que antes que el dinero y los premios, los equinos están rodeados de todos los cuidados y el amor de sus dueños.
Así que la pequeña Coconut llegó al mundo el 5 de febrero de 2013 dejando en shock a su madre y a sus cuidadores
Para empezar la pequeñita correspondía a una raza extremadamente rara: la pinto americano.
Pero cuando la miraron con detenimiento, poco a poco fueron descubriendo detalles que les dejaron la piel de gallina.
Coconut nació con marcas extrañas, que no eran unas manchas cualquiera, tenían un gran significado mitológico para los indios nativos americanos y lo que representan es realmente grandioso.
Si hubiera nacido siglos atrás, esta belleza habría sido designada como un caballo de guerra, ya que eran posesiones muy preciadas por los indígenas.
El Museo Internacional del Caballo señala que un caballo de guerra es un pinto que debe poseer marcas muy específicas: debe ser de «color blanco y poseer un pequeño parche que cubra la parte superior de su cabeza y sus orejas, además de un escudo en el pecho».
Las marcas de Coconut se denominan «sombrero de medicina» o «gorro de guerra».
Además, debe tener un ojo azul y un delineado muy marcado a su alrededor. En la mitología india, el ojo azul se llama Sky Eye. Si el curandero muere en la batalla, entonces este ojo de cielo azul llevará sus espíritus a sus dioses. Por eso es tan especial y el curandero sería el único que podría montarlo.
Como los nativos pensaban que el caballo de guerra tenía poderes especiales, creían que podría mantener al curandero y a los miembros de la tribu libres de todo peligro. También creían que podía rastrear los animales de caza que nadie más era capaz.
Eran animales tan míticos y considerados mágicos, que buscarían robarlos de otras tribus.
Jackie y Scott se quedaron congelados al darse cuenta de que Coconut reunía todos los requisitos de un auténtico caballo de guerra.
Y el día que la pequeña salió a dar su primer paseo capturaron este mágico video, como ella:
¿No es realmente preciosa?
Aquí la puedes conocer más crecida, de 2 semanas de nacida:
Es increíble que después de 6 meses ya sea toda una yegua guerrera. Mírala en este video:
La foto más reciente de Coconut que compartieron sus dueños fue a los 3 años y su majestuosidad es algo que hechiza:
Si esta historia te pareció maravillosa no dejes de compartirla con tus amigos, para que disfruten de este regalo de la naturaleza.