El filósofo alemán Immanuel Kant dijo alguna vez que podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales. Y es que, cuando entregamos algo a un animal, ya sea nuestro tiempo, esfuerzo, pensamiento o cariño, le damos parte de nuestro ser.
Hay muchas formas de ayudar a los animales y, sin esperar nada a cambio, una empresa de muebles ha construido más de 100 casas para perros de familias necesitadas en la ciudad brasileña de Xanxerê, Santa Catarina.
Los perritos hasta parecen posar sonriendo para la foto al lado de su nueva vivienda
A través de un grupo de voluntarios, una empresa maderera se ha dado a la tarea de construir casas para perros y donarlas a familias de bajos recursos, para que sus mascotas tengan un techo seguro para refugiarse.
La noble iniciativa surgió después de que una casa de vigas se dividiera en trozos y su madera fuese reutilizada para construir las viviendas perrunas.
“Con la madera de una casa dañada dentro de la propiedad hicimos cien casitas. Después de eso, Henrique, nuestro jefe, preguntó si queríamos continuar o no con el proyecto”, dijo Paulo César Sampaio, gerente de logística de la compañía.
La idea de Sampaio es ayudar a las familias de bajos recursos amantes de los perros a poder brindarles cobijo de los fuertes aguaceros que azotan la región en un hermosa casita azul, que evita que se queden a la intemperie.
“Trabajamos sintiéndonos dichosos de tan solo poder ayudar”, aseguró Sampaio.
Las casas son donadas a varias ONG en Xanxerê, una de ellas, el grupo de Bienestar Animal, quien es el encargado de distribuirlas entre las familias de menores recursos dentro del municipio y priorizando, sobre todo, a los estratos más necesitados.
“Como la demanda es mucho más alta de lo que tenemos para ofrecer, hemos seleccionado los casos más urgentes y graves.
Damos prioridad a las personas que realmente no pueden permitirse comprar una pequeña casa y tienen un animal que los ama, pero no pueden darse el lujo de darles a sus mascotas un hogar decente. Incluso algunos no pueden permitirse el lujo de mantener a su propia familia”, dice Edilene Balen, voluntaria de una ONG.
Aparte de salvar a estos animales, estos extraordinarios carpinteros y seres humanos se sienten orgullosos de poder ser los garantes de un refugio protector para estas mascotas.
Gracias a gente como ellos estos perritos tienen la oportunidad de habitar en un nuevo espacio que mejora su calidad de vida.
“Estamos muy orgullosos de aceptar este proyecto de nuestro jefe y estamos allí, construyendo las casas, y gracias a Dios que ha sido muy exitoso”, dice Antonio Dos Santos, empleado de servicios generales.
Como ves, existen muchas formas de ayudar a los animales que viven en la naturaleza, y salvarlos de los daños a los que se encuentran expuestos a diario, una de ellas es la voluntad, y las ganas de dejar huella para hacer la diferencia.
Comparte esta historia con tus amistades y seres queridos. Mientras más conozcamos a nuestros compañeros naturales, mayores oportunidades tendremos de protegerlos. Crea conciencia a favor de los derechos de los animales.