Hay muchas personas que se dejan llevar por la emoción del momento y piden a gritos tener una mascota olvidando que esto implica una gran responsabilidad, atención constante, y lo más importante: tener la disposición de tratarlos como un miembro más de la familia con el compromiso de cuidarlos por siempre.
Lamentablemente, algunos perritos caen en las manos equivocadas y son víctimas de personas inescrupulosas que les hacen vivir los peores años de su vida.
El Gran Pirineo se caracteriza por ser una raza grande y majestuosa.
Bear es uno de esos perritos, un Gran Pirineo que padeció años de angustia sobre todo cuando hacía ola de calor. El perrito por mucho tiempo aguantó el sol inclemente y las noches frías encadenado fuera de la casa de su dueño.
Aunque el clima estuviera en terribles condiciones el hombre no le permitía entrar, por desgracia, los vecinos eran testigos del trato que recibía el perrito y no hicieron nada al respecto.
Los machos pueden llegar a pesar entre 50 y 60 kilos.
Aunque en Indianápolis es ilegal mantener perros afuera en climas extremos, su dueño ignoró las leyes y le causó un terrible dolor al perrito.
Desafortunadamente, su condición empeoraba en cada ola de calor, el perrito tenía varias heridas cubiertas de sangre que con el paso del tiempo se convirtieron en llagas infecciosas. El dueño de Bear solo actuó cuando vio que el estado de salud del peludito empeoraba cada día.
Su pelaje es muy grueso y su color principal es el blanco.
Al verlo al borde de muerte, su dueño temió por las consecuencias legales que su mala acción le podía causar y decidió llevar al perrito a un refugio, con esto logró escapar de todos los cargos.
Al lugar al que lo llevó es permitido practicarle la eutanasia a los perritos que debido a su delicado estado de salud nadie quiere salvar. Las condiciones de Bear lo hacían un candidato perfecto para ser sacrificado.
Pueden llegar a vivir 11 años.
Por suerte, el destino de Bear cambió por completo al ser rescatado por Indy Great Pyrenees Rescue.
Gracias a que intervinieron justo a tiempo lograron salvar la vida del inocente perrito, si bien lo están ayudando a recuperarse temen que tenga parásitos en el corazón y la enfermedad de Lyme, una infección bacteriana producida por la picadura de una garrapata infectada.
Aún siguen realizándole exámenes pero confían en que todo saldrá bien. Estamos seguros de que logrará vencer esta gran batalla y encontrar un hogar digno merecedor de todo su amor.
Hacer la diferencia está en nuestras manos, comparte su historia en tus redes y sigamos luchando por más leyes que protejan a nuestros perritos y encierren a sus torturadores.