Quienes se encargan de la emotiva y desagradable tarea de la eutanasia les deben a los animales el hacerlo bien.
La ola de incendios forestales que han hecho tristemente célebre a la nación australiana durante los últimos días, ha obligado a un sector del gremio veterinario a debatir sobre la aplicación de una eutanasia masiva a los animales que sufrieron múltiples quemaduras en los hechos.
Del griego efthanasía o “bien morir”, la eutanasia es algo más que poner fin a la vida del animal. Es un proceso que combina la compasión y consideración científica, a la vez que brinda a cada animal una muerte sin dolor ni estrés.
Y es que las secuelas que los voraces incendios han dejado en los cuerpos de muchos mamíferos, aves y reptiles son de tal magnitud, que ya no pueden seguir sufriendo, por lo que los especialistas no han tenido más que la opción química para liberarlos de su agonía.
La espeluznante cifra de medio billón de muertes por efecto de la intensidad del humo y las llamas, a esta fecha parece conservadora, pues resulta difícil ponderar la realidad.
“Ya son millones los animales que han muerto en la crisis de los incendios forestales, sin embargo, la cifra podría ser mucho mayor”, enfatizaron autoridades de la Universidad de Sydney.
El demonio de Tasmania también se ha visto afectado en gran población
Desgraciadamente, el panorama pareciera seguir siendo muy oscuro para las especies sobrevivientes, ya que expertos aseguran que, a este ritmo, veremos cientos de miles de muertes más en los próximos días, y muchos animales continuarán sufriendo hambre y estrés por calor.
Cría de murciélago zorro volador rescatada
“Lo triste es que es muy probable que algunas de estas especies en peligro ya no regresen. Esto ha sido un duro golpe a la biodiversidad”, aseguró el profesor Dickman, de la Sydney University.
La patitas de los koalas son las más afectadas al momento de enfrentarse a un incendio
El profesor Dickman explicó que es probable que los koalas rescatados de las llamas se enfrenten a una lucha por reproducirse en las próximas generaciones, ya sea volviendo a su hábitat natural o permaneciendo en cautiverio, sin embargo, se pueden considerar ya extintos en algunas áreas.
Dar una “muerte digna” a los animales de un refugio con cuya vida se debe acabar debido a su sufrimiento, sin duda debe estar presente en la mente de los encargados de esa tarea, que después de luchar a corazón partido por salvarlos, saben que deben hacerlo.
Dependiendo de la naturaleza de un evento de eutanasia masiva y de la cantidad y tipo de animales implicados, se debe permitir que cualquier funcionario involucrado en uno de estos casos obtenga asistencia psicológica en cualquier momento cuando lo solicite.
El impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas ha sido tanto, que ya llegamos a una era que se caracteriza por los desastres ecológicos causados por nosotros mismos.
Hemos hecho de todo en perjuicio de la biodiversidad y ha llegado el momento de hacernos responsables o sucumbir ante nuestra propia mano.
Comparte esta historia que no debiera repetirse con tus seres queridos, familiares y amigos, y no olvides que somos la primera generación que tiene una concepción clara del valor de la naturaleza y del enorme impacto que ejercemos sobre ella, así que bien podemos actuar para revertir esta tendencia autodestructiva que nos ha caracterizado hasta el momento.