Hace un par de semanas, los pobladores de Tampico, en Tamaulipas, México, quedaron desconcertados y bastante asustados cuando vieron un felino salvaje, que parecía un leopardo, en pleno parque público de la ciudad.
Nunca antes se habían encontrado con un ejemplar parecido en la zona y a juzgar por su enorme tamaño, tenían miedo de que los atacara.
El enorme felino fue visto en las inmediaciones del parque Fray Andrés de Olmos
Fue entonces cuando la organización Patitas de la Calle recibió una llamada anónima pidiendo ayuda para el peculiar animal.
El rescate acudió de inmediato, y para su gran sorpresa, efectivamente se encontraron con el extraño felino de dimensiones increíbles. Se trataba de un gato muy grande con manchas en su pelaje, muy similares a las de un leopardo, que trataba de guarecerse bajo una banca.
Fue hallado muy agitado, con problemas respiratorios, con una grave infección ocular y problemas en su piel. Además de tener fiebre, presentaba diversas mordidas en su cuerpo. Pero apenas fue llevado a una clínica veterinaria, hicieron un descubrimiento desconcertante.
No era ningún peligroso leopardo, sino un gato de raza Bengala o Bengalí
“Acudimos y nos dimos cuenta que era un gato Bengalí, una especie exótica de felino que no es muy popular y que su costo alcanza casi los 2.000 euros», aseguró America Sandoval Morales, directora de Patitas de la Calle.
Los veterinarios inmediatamente se pusieron manos a la obra para ofrecerle todos los cuidados que necesitaba. Andrés, como bautizaron al afortunado gatito, fue castrado para evitar que en un futuro se lucraran de él, y sometido a una profilaxis dental, y a varios exámenes de laboratorio.
Enseguida descubrieron que era un gatito de 8 años muy especial, y no era para nada salvaje. Le faltaban todavía algunas piezas dentales y estaba acostumbrado al trato con humanos, por lo que era seguro que pertenecía a una familia. Cosa que se confirmó cuando el gracioso animal les hizo saber a sus cuidadores que él sólo comía pienso de calidad «Premium».
Mide casi 1 metro de longitud y pesa más de 5 kilos
Andrés es un gato bengalí que fue producto de un cruce entre un gato doméstico y una hembra gato leopardo y ya en la cuarta generación es considerado como doméstico.
Las fotos y la historia de Andrés rápidamente causaron sensación en las rede sociales. Y una vez que la salud del gran felino estuvo estabilizada, Patitas de la Calle empezó con la búsqueda de sus dueños. Sin embargo, al ser una raza tan apetecible, tenían miedo de que aparecieran cientos de supuestas familias, como realmente sucedió.
Tristemente, muchos quisieron aprovecharse de la situación y se pusieron en contacto afirmando ser sus dueños. Pero por suerte, desde la organización se han puesto muy exigentes pidiendo documentos y fotografías que lo avalen, y hasta la fecha no hay rastro de la verdadera familia de Andrés.
“Nos dedicamos a buscar en los grupos de gatos perdidos en Tampico, Madero y Altamira y no obtuvimos éxito”, relató América.
Sin embargo, ya hay más de 700 solicitudes de adopción. Pero dado que necesita mucho amor, y sobre todo una familia con un presupuesto suficiente para darle la calidad de vida que merece, la organización analizará minuciosamente cada posible adoptante hasta dar con el ideal.
“No es agresivo, es muy nervioso y por eso queremos que la casa sea grande y con barda. Me sorprendió mucho ‘el boom’ en las redes sociales porque se han comunicado de Ciudad Victoria, Veracruz, México, Guadalajara, Culiacán y Estados Unidos porque quieren adoptarlo”, agrega la encargada de Patitas de la Calle.
También advirtió a los futuros adoptantes que el gato crecerá aún más y subirá de peso, por haber sido castrado.
No te vayas sin compartir la sorprendente historia del supuesto leopardo que terminó siendo un hermoso gato bengalí que busca un hogar lleno de amor.