La mayoría de los amantes de los animales tienen mascotas tradicionales como perros o gatos. Ryan Phillips y su pareja, Mallory Sherman, tienen tanto amor para dar que decidieron pensar un poco más en grande. La pareja ha rescatado dos vaquitas de un destino fatal.
Jenna fue rescatada con apenas tres días de haber nacido.
Viven en un espacio amplio y se aseguran de brindarles todo lo que necesitan. Ryan ha forjado una relación muy especial con una vaquita llamada Jenna. Se han convertido en mejores amigos y la graciosa vaquita se niega a dejar de pasar el día sin un abrazo a su padre.
Ryan es el fundador de Life with Pigs Fam Animal Sanctuary.
Nació con una condición genética conocida como Freemartin. Jenna no era fértil y tampoco produciría leche, así que la industria láctea en la que nació no quería más que deshacerse de ella.
Una Freemartin es una vaca que es gemela de un macho y siempre será estéril.
Afortunadamente, Ryan escuchó su historia justo a tiempo y decidió conducir todo lo que fuese necesario para salvarla. A pesar de su corta edad, la graciosa vaquita a duras penas cabía en el asiento trasero de su auto.
“Jenna siempre ha tenido una personalidad plena y vibrante. Tiene una actitud muy divertida de que sabe que puede hacer cualquier cosa conmigo”, celebró Ryan.
La hermosa vaca no tardó en dejar muy en claro que Ryan era su humano favorito en todo el mundo. Él se aseguró de permanecer con ella todo el tiempo que fuese necesario para que creciera sana y fuerte.
Ryan y su vaquita viven en Williamsburg, Virginia.
Desde entonces tienen la hermosa tradición de compartir largas sesiones de juegos, besos y hasta conmovedores abrazos. Cuando Jenna no ha recibido su abrazo del día, suele buscar a Ryan y comienza a tocar todas las ventanas y puertas hasta dar con él.
“Nos encuentra a través de alguna ventana y muge para llamar la atención. De inmediato yo salgo para rascarla o jugar en el jardín junto a ella”, explicó Ryan.
Ryan también ha resultado ser una hermana mayor maravillosa. Vive junto a otra vaquita rescatada y ha generado un vínculo conmovedor con ella. Se asegura de que nada le suceda y la protege de cualquier peligro. Sin embargo, siempre se asegura de dejar algo de tiempo para acudir a sus abrazos con su padre.
“Me acerca su cabeza y la empuja hasta que yo la envuelvo con mis brazos. Es su forma de abrazos. A veces dura así hasta 20 minutos. Es una vaca amorosa”, dijo Ryan.
Estos hermosos animales pocas veces cuentan con la oportunidad de llevar una tan maravillosa como la que tiene Jenna. Una vez que son desechados por la industria láctea su triste destino suele ser el matadero.
Esperamos que el arduo trabajo de Ryan ayude a crear conciencia y demuestre lo amorosos y especiales que son estos animales. ¡Comparte!