Quienes amamos a los animales, vivimos en una constante pugna por tratar de crear conciencia en las personas sobre lo que significa para cualquier ser vivo ser víctima de la indignidad y el rechazo
Son millones los perros que viven pateando las calles, sin un hogar, sin familia que los cuide y los proteja y, por desgracia, en la mayoría de los casos es por la acción voluntaria de los responsables, quienes les dejan, sin más, por su propia cuenta y riesgo.
Además de estar a la merced del sol, la lluvia y el frío de las noches, un perro callejero pasa hambre y sed al no tener un plato de comida y agua limpia disponibles. Está constantemente expuesto a enfermedades, a la injusticia o, como en el caso de esta historia, a ser víctima de accidentes fatales.
Imágenes mostradas en las redes sociales dieron cuenta de un animalito caído, yaciendo a un lado de una carretera mientras que su compañero e inseparable amigo canino, desesperado, con una de sus pequeñas patitas intentaba reanimarlo. Esperaba que se levantara y le demostrara que nada malo había sucedido.
Sin embargo, el cuerpo del perrito marrón abatido no daba señales de vida, fue un conductor quien le atropelló y se dio a la fuga. Aun así, su amigo no se daba por vencido, luchando por no perder la esperanza de resucitarlo, pero ya el daño estaba hecho. Y si bien fue un accidente, este hombre debió parar para ayudarlo.
“Los conductores deben tener cuidado de no dañar a nadie en la carretera, ni siquiera a los perros. No entienden el derecho de paso, no entienden las reglas de tráfico como detenerse, mirar y escuchar”, se lee en uno de los comentarios a la publicación.
El video fue captado por Jay Villanueva, un hombre que al pasar por el lugar del accidente quedó consternado y se estacionó junto a la pareja de perritos, lamentablemente hoy separados, una vez más por la irresponsabilidad y la inconciencia humanas.
«¡Vamos amigo despierta, no me dejes solo!»
“Es probable que algunos digan: ‘Es solo un perro’, pero es más que eso, era un ser vivo que tenía amigos y hasta un estilo de vida”, comentó Villanueva, visiblemente conmovido.
Lo único que le quedaba por hacer a Villanueva por ambos animalitos, fue trasladar el cuerpo del perrito fallecido hacia los arbustos, y en el trayecto notó cómo su compañero vivo sufría en carne propia tan grande pérdida. Estaba justificadamente furioso y expresó sus sentimientos por su amigo hasta el final.
Los pocos años que logra vivir un perro en situación de calle los pasa desprotegido, bajo mucho estrés y sufrimiento. Y si no está castrado, traerá al mundo a más cachorros que muy probablemente vivirán en las mismas condiciones.
Puede que no estés consciente de ello, pero cualquiera podría ser responsable, en parte, de la difícil situación que viven estos seres vivos. Es un compromiso de todos velar por el bienestar y los derechos de los animales vulnerables.
No hace falta explicar tal escena de sufrimiento y amistad
Esperemos que esta historia contribuya a concienciar a la gente sobre las normas de conducir, así como de la importancia del cuidado y la protección de los animales. Ellos no merecen estar en calles frías e inhóspitas, lo que esperan es tener una vida digna.
Nadie merece morir ni perder un amigo de esa manera. Sigamos moviendo al mundo para hacer que los países controlen las poblaciones de perros callejeros de manera humanitaria, garantizando su salud y su bienestar. Comparte esta historia por amor a los animales.