Todos los que hemos tenido mascotas sabemos lo valiosos que son los animales, pueden mejorar nuestro estado de ánimo, y su alegría y compañía pueden mejorar considerablemente nuestra vida. Especialmente si vivimos solos, saber que hay un ser que te espera al llegar a casa o que te acompaña a cualquier lugar nos reconforta, por eso siempre queremos lo mejor para ellos. En el caso de los perros, son como niños, debemos cubrir sus necesidades y de nosotros depende su bienestar.
La mayoría de las veces evitamos tener una mascota por falta de tiempo o dinero, pero un hombre vino a darnos una gran lección.
En una calle de Shangai, China, un hombre vio algo que le llamó la atención, se acercó y comenzó a grabarlo. Se trataba de un sujeto con aspecto desaliñado como el de un vagabundo, pero estaba bañando a un perrito en una fuente pública. Junto a ellos, un carrito con muchas cosas envueltas y el animal de blanco pelaje parecía estar contento.
Se sacudía el agua y se apoyaba en el borde de la fuente, ya que era un perro de un tamaño pequeño.
La curiosidad del hombre aumentó, así que comenzó a hacerle preguntas al vagabundo para indagar de qué se trataba todo eso. El humilde hombre le dijo que estaba bañando a su mascota, cuando le preguntó de qué vivía, le dijo que de recolectar basura, el hombre estaba muy asombrado de lo que estaba viendo y escuchando.
“Si no tienes con que vivir ¿por qué quieres adoptar un perro?”, y la respuesta lo dejó aún más intrigado.
Le dijo que cuando lo encontró era muy, muy chiquito y tenía muchas heridas por todo su cuerpo, él decidió rescatarlo porque le gustan los perros, así que se vio obligado a hacer algo por él. Él hombre también le contó que después de rescatarlo ninguna otra persona quiso adoptarlo, así que él mismo lo adoptó.
Lo llamó Dian Dian, que significa pequeñito, ya que era muy chiquito cuando lo encontró.
El vagabundo le explicó al hombre que para curarlo tuvo que gastar cerca de 200 yuanes, el equivalente a 25 euros. El hombre sorprendido le pregunto cuánto ganaba y él respondió que solo 20 o 30 yuanes al día, es decir entre 2 y 4 euros. Sin embargo, él hizo todo lo posible para ayudar al indefenso cachorrito y lo logró.
Ellos se fueron y el hombre los vio alejarse, mientras Dian Dian jugueteaba felizmente con el carrito.
Este hombre es un ejemplo de bondad, sin tener nada y sin esperar nada a cambio entregó todo lo que tenía para mejorar la vida de este cachorrito, aún sabiendo que su vida no era buena. Él entrega su cariño al perrito que se ve realmente feliz con el trato de su dueño y este hombre que vive en las calles ya no está tan solo. Si todos pensáramos y actuáramos como este hombre, estoy segura de que el mundo sería un poco mejor.
Comparte su maravillosa historia para que sirva de ejemplo, no es lo que tengamos sino cuánto estemos dispuestos a dar.