El dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”, es una realidad aplicable a diferentes especies y por eso no de extrañar que una vaca deje de lado el pasto para querer comportarse como un animal doméstico y reclame su lugar dentro de casa. Su nombre es Beryl quien tras haber crecido rodeada de perritos, ahora se cree uno más de ellos y ha sorprendido a sus dueños con sus actitudes.
La vaca vive en Australia y se convirtió en toda una celebridad en redes sociales.
La dueña del animal es Sally Webster, quien es además propietaria de un rancho en Georgetown, al noroeste de Queensland.
La mujer rescató a la vaca cuando era apenas una ternera y había quedado desprotegida debido a la muerte de su mamita. Al verla en peligro, Sally decidió sacarla del establo y la llevó a su casa.
A partir de allí se tejió una relación entrañable.
Para lograr sacar a la vaca adelante, la ranchera tuvo que alimentarla con ayuda de un biberón y vigilar cuidadosamente su desarrollo. No pasó mucho tiempo para que tanto ella como su esposo se encariñaran con la criatura y el amor creció cuando esta demostró ser una vaca poco común.
Beryl quedó huérfana solo dos días después de su nacimiento.
La idea de los esposos era tratar al ternero dentro de casa, mientras se recuperaba y después iría de nuevo al establo junto a los otros animales del rancho. Sin embargo, los planes de esta pequeña eran muy diferentes.
Sucede que la vaca estaba creciendo a la par de los perritos que Sally tenía en su hogar y aprendió varios hábitos de ellos, hasta el punto de comportarse más como un perro que como un ejemplar más de su especie.
Parece que el instinto canino la invadió y es capaz de tumbarse como un perrito más.
Aunque la pareja intentó que la vaca se acostumbrara a la vida fuera de casa, la chica se escabulle cada vez que puede al interior y además suele ir tras algún bocadillo.
“A ella sólo le gusta tratar de entrar en la casa cuando ve una puerta abierta. Ella tiene una memoria increíble y es muy inteligente, por lo que ella sabe dónde está la leche para los terneros en la lavandería”, dijo Sally.
Después de ver lo divertida que era su vaca, la pareja comenzó a fotografiarla y compartir las imágenes en sus redes sociales. El impacto que alcanzaron las publicaciones fue tan que la mujer creó una cuenta de Facebook especial para Beryl.
Su fama alcanzó un hito cuando la chica fue fotografiada en la casa de la familia como un perrito más.
Cuando tenía solo ocho meses, la vaca sorprendió a sus papitos al escabullirse al interior del hogar sin explicación alguna.
«Llegué un día y ella estaba acampada en el salón y se quedó allí hasta que obtuve fotos y después me levanté y dije ‘¡Fuera!’ y ella simplemente saltó y sabe dónde están las puertas, así que simplemente se levantó y salió. Ella es toda personalidad y realmente nos ama”, explicó Sally.
Aunque es un poco traviesa, esta vaca es muy bien portada pues cada vez que se escabulle a casa lo hace sin causar ningún tipo de daño.
Otra particularidad de Beryl es que responde con entusiasmo al llamado de sus humanos. Se encuentre dentro o fuera, la vaca llegará siempre corriendo y bramando en respuesta a sus humanos.
«Solo cuidaba la casa de los intrusos, mamá».
Para Sally los peculiares hábitos de esta vaca se deben a su crecimiento en compañía de los cachorros: Fred y Wilma, quienes se han convertido en sus hermanos caninos.
Después de convencerse de que no había modo cómo lograr que Beryl aceptara su naturaleza, la pareja decidió permitirle entrar y salir de casa a sus anchas, tal como lo hacen los perritos.
Después de todo, la vaquita que se cree perro se porta muy bien y parece comprender que el orden es primordial en el hogar así que pasa días felices convenciendo a sus papas de que ella puede ser una mascota más.