Dar albergue a una criatura sin hogar es uno de los actos más humanos que pueden existir, pues si tienes la posibilidad de entregar un poquito de amor a alguien que ha sufrido tanto, por qué no hacerlo. Este fue el razonamiento de Ngushëllimi Silva, una vigilante nocturna que no pudo rechazar la súplica de una perrita callejera necesitada de cuidados y mucho amor.
Hay quienes pasan de largo frente al sufrimiento de otros, pero ese no era el caso de Silva, esta mujer de Cundinamarca (Colombia) rescató a una peluda de la calle hace poco más de un mes y el cambio que dio fue radical.
Ngushëllimi es una ferviente amante de los animales
Como ella misma lo contó a través del grupo de Facebook Salva un amigo, el animalito apareció en medio de una noche lluviosa mientras ella estaba de guardia en su trabajo. La perrita de gran tamaño tenía una mirada triste y estaba toda desgreñada y sucia, temblando de frío, lo cual conmovió demasiado a Ngushëllimi.
Después de terminar su jornada, Silva la llevó consigo a casa y allí la alimentó, bañó, y chequeó para asegurarse de que no tuviese ninguna lesión de su vida en la calle. En pocos días, el can se había adaptado perfectamente a la familia y ahora es un integrante más en el hogar de Ngushëllimi.
Así lucía la peluda cuando fue rescatada.
La mujer descubrió que detrás de esa gran y sucia bolita de pelos, había un animal dócil que incluso se ha adaptado a la convivencia con los gatos de la casa.
“Grupo, les quiero compartir que por fin pude adoptar sin papeleo, exigencias, ni nada. Les voy a presentar a Muñeca, llegó el día 3 de septiembre al puesto, soy vigilante. En medio de la lluvia le di comida y se quedó conmigo, les voy a mostrar el antes y el después. Es muy noble, dócil, y mis gatos la aceptaron y ella también”, escribió Silva en Facebook.
Muñeca es una peluda bastante consentida.
Aunado a su historia, la rescatista colgó unas fotografías que evidencian el antes y el después de esta perrita. La criatura aún no cumple los dos meses con Ngushëllimi y parece que nunca hubiese estado en la calle.
«Ahora tengo a una familia»
La historia de Silva caló entre diferentes usuarios que no sólo la felicitaron por su gran corazón, sino que estuvieron de acuerdo en que esa es la forma más fácil, barata y hermosa de adoptar.
Mira el amor con que su nueva dueña trata a Muñeca. Es muy conmovedor:
No hay que esperar que una criatura sea bonita para llevarla a casa, pues las apariencias siempre engañan, así que nada cuesta darle una oportunidad a un animalito que lo necesita, aunque su aspecto no sea el más hermoso.
El cambio de esta peluda fue radical y todo gracias a la solidaridad y amor de esta mujer, comparte esta historia y recuérdales a todos que antes de comprar, lo mejor es adoptar.