Los veterinarios y amantes de los animales han recomendado una y otra vez no utilizar ningún tinte en los perritos ya que podría tener efectos negativos sobre su salud. Esto es algo que la familia de una perrita llamada Bessie sabe a la perfección, pero la peludita se las ingenió para conseguir un nuevo look.
Bessie vive con su familia en la ciudad de Brandiston en el Reino Unido.
La vecina de Bessie adora pintar y dejó uno de sus lienzos afuera para que se sacase al sol. Siguiendo una posible vena artística, la perrita se dispuso a revolcarse en la pintura y cuando volvió a casa su madre, Sacha Barbato, quedó boquiabierta: su perrita estaba completamente teñida de un azul brillante y nadie en la casa entendía qué había sucedido.
La pintura era a base de aceite, así que sería muy difícil de quitar con agua.
Por suerte, una conversación con la autora del lienzo bastó para comprenderlo. Todos tomaron la travesura de Bessie con mucho sentido del humor y comprobaron con alivio que la pintura no se había arruinado, el único detalle era que se trataba de pintura acrílica y no se quitaría tan fácil.
El color azul empezó a desteñirse después de cuatro días y dos baños.
En efecto, Sacha se dispuso a bañar a su perrita pero nada parecía hacer efecto. Bessie seguía luciendo un fuerte color turquesa. Sacha decidió acudir a las redes en búsqueda de consejos para lograr quitar la pintura a su perrita.
¿Qué hacer cuando tu perro se llenó de pintura acrílica y no sale?, dice la publicación de Sacha.
Su publicación se volvió completamente viral y miles de personas comenzaron a bromear sobre lo sucedido. Bessie se había convertido en toda una sensación en las redes pero en medio de tantos comentarios no aparecía una solución a su peculiar color.
Sacha llevó a Bessie al veterinario y se demostró que la pintura no le estaba haciendo daño.
Sólo era cuestión de esperar algunos días hasta lograr que el color azul desapareciera por completo. Los siguientes paseos de Bessie fueron inolvidables para Sacha, todos se detenían a señalar a la perrita y a mirarla muy extrañados.
“Me imaginé que todos pensaban: ‘Pobre mascota’. Pero no podía dejarla en casa”, dijo Sacha.
No hay dudas de que esta será una travesura de Bessie que nadie olvidará. Lo más importante es saber que la perrita no se vio afectada por la pintura y que todo se convirtió en un merecido momento de fama en las redes. Después de todo, la peludita lució el color azul como nadie.
¿Qué opinas de la travesura de Bessie? No te vayas sin compartir la peculiar incursión de esta perrita en el mundo del arte.