La confianza se gana cada día, y se puede perder en un instante, sin embargo, es muy lamentable cuando el precio que se paga es con la vida de seres indefensos como la de los animales.
En el 2012, Michael Perette recibió su licencia para tener una perrera, tras asegurar a la ciudad de Middleboro, Massachusetts, que usaría esta licencia para ayudar a la raza de perro Cane Corso.
Al principio, los vecinos de la localidad manifestaron su preocupación con la operatividad del establecimiento porque pensaban que afectaría el tráfico e incrementaría el ruido en la zona.
Aunque las preocupaciones de los residentes estaban bien fundadas, lamentablemente todo terminó peor de lo que alguien se pudo imaginar.
Finalmente, Michael abrió la perrera de cría llamada Peretti Cane Corso porque hace poco había pasado todas las inspecciones. Sin embargo, después de algunas advertencias anónimas las autoridades decidieron investigar con más detalle.
Fue entonces cuando las autoridades visitaron las instalaciones del Perette Cane Corso en junio y descubrieron situaciones inapropiadas. Los oficiales dejaron una lista de artículos que debían repararse o reemplazarse para que el centro dejara de ser insalubre e inseguro para los animales residentes.
Pero cuando las autoridades regresaron en septiembre, todo estaba peor, encontraron un insoportable olor a amoníaco. Inmediatamente desalojaron a todos los que estaban el centro para evitar daños graves en los ojos.
«Los funcionarios afirmaron que los animales desalojados estaban cerca de una sustancia química que redujo sus niveles de oxígeno», dijo Liam Martin de CBS Boston.
Las autoridades dieron la orden para rescatar a veintiún perros de raza Cane Corso y Dogo Argentino, un pavo real, dos patos, un burro y un pollo.
Desafortunadamente, todavía quedan unos veinte perros dentro del centro que no pudieron ser retirados porque la zona donde se encontraban estaba en buenas condiciones.
Aunque la investigación todavía está abierta, la preocupación de la suerte de los animales que quedaron también sigue latente.
Los animales que se salvaron recibieron atención veterinaria adecuada y cumplen con el tratamiento requerido. Puede ser que la recuperación tome un poco de tiempo, pero al menos ahora están en buenas manos.
Una vez que se hayan recuperado completamente estarán listos para ser adoptados.
Inexplicablemente, Peretti Cane Corso aún permanece operativo. Sin embargo, han cerrado su cuenta de Facebook para evitar los comentarios negativos de los usuarios de las redes y defensores de los animales.
El oficial Paul Parlon reveló que es optimista de que los perros residentes podrán ponerse a salvo pronto. Ojalá no sea tarde y esos pobres animales tengan que pagar la negligencia.
Los perros y los animales en general merecen un vida con atenciones y cuidados llenos de amor. Comparte esta noticia como una exigencia para que los amigos peludos que quedaron en el centro salgan lo antes posible de esas instalaciones.