Stacey y su esposo salieron a comer una noche. Sin que ellos lo supieran, estaban a punto de cruzarse con un gato callejero que anhelaba amor.
Mientras caminaban hacia un restaurante, fueron detenidos por el pequeño vagabundo más lindo que habían visto nunca. Un gato rubio se acercó a Stacey, queriendo su atención. Él saltó a sus brazos sin dudarlo, y se acomodó en un abrazo.
Sorpresivamente, este vagabundo se enamoró de Stacey en el primer segundo
Stacey, una amante de los animales, quedó gratamente sorprendida por el dulce gesto del amigo felino.
No estaban seguros de si el gato tenía un dueño, pero el pequeño amigo demostró que era persistente. Insistió en que lo abrazaran y lo acariciaran, y no tuvieron el valor de decir que no.
De pie, en la parte de afuera del restaurante, este gatito no dejaba de ver a Stacey
Cuando finalmente se sentaron en el restaurante, en lo único en lo que Stacey pudo pensar fue en el dulce gatito.
Ella supo gracias a los trabajadores del local que el gato había estado afuera por algún tiempo. Cuando miró a la puerta principal, no podía creer lo que vio.
¡Mira cómo este gatito se enamoró por siempre de su humana favorita!
Una carita familiar y un par de patas se presionaron contra la ventana de la entrada principal. El gato del que acababan de hacerse amigos estaba parado afuera de la puerta, mirándolos directamente con esos ojos de amor.
El pequeño vagabundo estuvo mirando a Stacey desde la ventana todo el tiempo. El pobre minino estaba muy flaco y el clima en ese momento era insoportablemente frío.
Stacey sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo. La mujer no pudo resistirse, así que lo envolvió en una toalla y lo llevó a su casa.
El gato estaba tan contento, sabiendo que estaba en buenas manos, que Stacey se acurrucó con él mientras él se quedaba dormido en sus brazos y dormía todo el camino a casa.
Ahora ama estar siempre entre sus brazos
En el momento en que llegaron a casa, el bigotudo estaba acostado y abrazado. Los pequeños perros de Stacey corrían a su alrededor y él simplemente se sentaba a contemplarlos.
Stacey colocó varios carteles con una foto del gato en varios lugares de su ciudad y llevó al minino a un veterinario, para tratar de escanear su microchip, si es que lo tenía.
A pesar de todos los esfuerzos, nadie llamó para reclamarlo. Ella lo tomó como una señal, lo llamó Lucky y lo convirtió en una parte permanente de su familia.
Lucky ama con locura ser abrazado y acariciado. Todas las mañanas, sin falta, espera a que Stacey se levante y le da el más lindo saludo con sus patas. Ha pasado un año y medio desde que se encontraron a Lucky y este minino se ha convertido en el gatito más feliz, así como en el compañero más leal de Stacey.
Lucky se convirtió en el mejor amigo de Stacey
Esta hermosa historia de amistad, que surgió de un encuentro casual, merece ser compartida con otros… ¡Hazlo!