Hay personas que aman a los animales y cuando decimos amar es que realmente lo demuestran con sus acciones. Para ellos no existen diferencias entre una y otra especie, si son criaturas pequeñas o grandes, sino el sólo hecho de saber que se trata de seres vivos.
El asunto parece lógico pero quizás un animalista no se siente tan encariñado con una serpiente o un ratón como lo podría estar con alguna de sus mascotas.
Pues resulta que para esta mujer una cita con un roedor puede ser tan divertida.
Brighid Rose se encontraba de visita en casa de sus papás cuando notaron que realmente no estaban solos. Hacía días que un huésped inesperado se había instalado en la propiedad y tenía crispado los nervios de los propietarios. Se trataba, sí, de un escurridizo ratón.
El roedor estaba causando destrozos en la propiedad y robando todo el alimento que se atravesaba en su camino, así que los padres de Rose decidieron que era hora de que su gatito entrara en acción.
Algo que para Rose resultaba inaudito.
Cazarlo es la reacción común para quien tiene a un ratón en su casa pero resulta que esta joven pensaba muy diferente. Amante de los animales y enemiga de la violencia, Rose se ofreció a capturarlo con tal y la dejaran decidir el destino de la criatura.
Por fortuna del infiltrado la mujer cumplió su palabra y en poco tiempo logró atraparlo. Lo que nadie imaginó era la salida que la joven tenía planificada para la criatura.
Este animalito protagonizó un momento de película fantástica.
Una vez en su poder, Rose llevó al ratón a un campo cercano y antes de liberarlo lo invitó a tener una especie de cita. La mujer llevó algunos alimentos para disfrutar de un extraño picnic junto a su nuevo amigo.
«Me sentí mal por dejarlo allí en el campo, especialmente porque debe haber estado acostumbrado a comer toda esa comida humana en los gabinetes de mis padres. Así que le traje un pequeño picnic de despedida», dijo Brighid.
Rose sacó una servilleta de su bolsillo y la dispuso en el césped. Lo más insólito es que el ratón parecía entender lo que estaba sucediendo.
«Fue realmente dulce. Me dejó sentarme a su lado durante más de una hora. Me pareció muy feliz. Siempre he amado a los animales. ¡No es su culpa que sea un ratoncito en un mundo grande! ¡Fue tan lindo! Definitivamente me alegró el día», dijo Brighid.
Rose tomó algunas fotografías y un vídeo de su amiguito para conservarlas como recuerdo de ese momento único.
Después de terminar la comida fue el momento de la despedida y el educado ratoncito partió finalmente a un lugar entre árboles, en los que decidió refugiarse. Lo más probable es que Rose nunca más lo vuelva a ver pero tiene una gran experiencia que contar a sus conocidos.
Esta mujer lleva su amor a los animales hasta el extremo e inspira a todos con su ternura, comparte su historia y coméntanos si también te animarías a una cita con un ratón.