Si tienes gatitos sabes que esos pequeños seres peludos cargados de infinito amor son mascotas muy tranquilas, pero también osadas a la hora de buscar un lugar donde pasar su siesta. Zeus es un pequeño gatito que a diferencia de muchos otros gatitos es un poco salvaje, le encanta perseguir su cola y es un excelente gato para encontrar lugares donde esconderse.
Valerie Goldsworthy, es la madre humana de Zeus, creía que ya había visto todo en su gatito pero descubrió que no era así. Hace unos días estaba limpiando la casa y notó que su amada mascota no estaba por ningún lado.
Zeus sigue a su dueña a la habitación pero ese día estaba ausente.
Goldsworthy comenzó a buscar por toda la casa, entre las sábanas, las cajas del sótano, incluso la lavadora y la secadora. Pasaban los minutos y no tenía respuesta de su gato, por lo que el pánico empezó apoderarse de ella. Caminó de arriba abajo el vecindario, buscó debajo de los autos y hasta en los jardines de los vecinos. Creía que había buscado por todos lados, minutos después se da cuenta de lo equivocada que estaba.
Su dueña pasó más de tres horas buscando al gatito.
La joven dueña pasó horas buscando a su amado gatito, su gato se había perdido sin dejar ningún rastro. Cuando creyó que no había esperanza se dirigió al porche de la casa para tener mejor visión del vecindario, en ese momento descubrió donde estaba el ingenioso gatito.
«Anteriormente me había parado en nuestro balcón para tener una mejor vista con cierta distancia, así que decidí hacerlo de nuevo. Fue entonces cuando vi mi otra gata, Artemisa, saltar sobre la baranda del balcón. Fui a recoger a Artemisa y allí estaba Zeus”.
Durante todo ese tiempo Zeus había estado en la casa, el tremendo gatito estuvo durmiendo en una maceta en el porche, al ser del mismo color de la planta pasaba desapercibido. Goldsworthy estaba feliz de haberlo encontrado, emocionada comenzó acariciarlo pero el gatito no comprendía por qué tanto alboroto, así que solo abrió los ojos, la miró unos segundos y siguió durmiendo.
Zeus se sintió en el verdadero Olimpo y siguió durmiendo.
Zeus parecía muy contento con su nuevo lugar de siesta. Deseamos que lo disfrute por largo tiempo y no quiera volver a juagar con a las escondidas. Sin duda, un gatito muy astuto y dormilón que siempre quiere la atención de su dueña, aunque esta vez haya sido de manera inconsciente.
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