Así como existen personas amables y cariñosas, también es común encontrar a perritos y uno de esos ejemplares es Murphy. Este labrador es un perrito extremadamente amistoso que ama conocer tanto a gente como a otros peluditos y siempre está listo para hacer nuevos amigos.
¿Y quién se negaría a ser amigo de este peludito?
Las buenas energías de Murphy son bien conocidas por su dueña, Jamieson, pero recientemente ocurrió un suceso que lo sorprendió.
Una mano desconocida se introdujo en el patio trasero por una sola razón.
Mientras jugaba en el exterior de la casa con su perro, Jamieson notó que el peludo actuaba de un modo sospechoso. Su inquietud era evidente y merodeaba en un área al fondo del patio, de pronto echó a correr hasta un lado de la valla y de entre los tablones apreció una mano desconocida.
Lejos de atacarla, Murphy se echó al sueño completamente relajado y disfrutó de los mimos y cariñitos que la mano le prodigaba.
Parece que el chico se la pasaba muy bien.
El asunto le causó tanta gracia a la dueña que decidió registrar ese instante de placer y complicidad entre el perro y su vecino.
Jamieson sospechó de que se tratase del dueño de la casa de al lado o algunos de sus visitantes.
El caso es que Murphy estaba más que agradecido con los gestos de cariño.
El perrito quedó derretido de amor y por su familiaridad parecía no ser esa la primera vez en que tales encuentros ocurrían. De hecho, después de este suceso los arrumacos han continuado.
Con unas cuantas caricias cualquiera se gana la voluntad de Murphy.
Parece que el vecino es un amante empedernido de los animales y a Murphy le encanta que esa valla no le impida demostrarle su cariño, así que las caricias ahora son una constante.
“Cada vez que dejo salir a Murphy, él va a la cerca trasera para ver si [mi vecino] está allí. Creo que Murphy recibe al menos una caricia al día [de él]”, dijo Jamieson.
Murphy recibe mucho amor de su dueña pero parece que eso no es suficiente. Lo bueno es que Jamieson no es para nada celosa.
“Con el bloqueo y el ‘trabajo desde casa’, soy la única persona con la que habla. Entonces, creo que le gusta recibir mascotas de otra persona para variar. Pero estoy feliz de que se socialice un poco. Definitivamente ama la compañía. [Es] bueno saber que Murphy tiene vecinos a los que les cae tan bien”, dijo Jamieson.
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Sin duda que Murphy y su vecino han congeniado y esta debe ser una fortuna para ambos. Mientras que otras personas se empeñan en pelear con los demás habitantes de su vecindario, este perro y su nuevo fanático, el vecino de al lado, están contentos de vivir tan cerquita.
Mientras todo regresa a la normalidad, el perro tiene muchos mimos asegurados y esa es la mejor parte de la historia. Antes de irte comparte esta nota y recuérdales a todos demostrarle amor a sus mascotas.