Los animales son seres que conocen muy bien lo que significa ser agradecidos, especialmente cuando han sido rescatados. Blessie Mae Ayalde se dio cuenta de eso mientras andaba en bicicleta con su padre por las calles devastadas por los tifones cerca de su casa en Filipinas y vio una carita gris asomada en el barro.
Blessie se sorprendió cuando notó que había parpadeado, se trataba de una pequeña gatita que milagrosamente había logrado sobrevivir.
“Estábamos inspeccionando la orilla del río que estaba embarrada y cubierta de basura cuando la encontré allí junto a los árboles de bambú”, dijo Blessie.
Parecía que la tierna gatita se había ahogado en la inundación y se había quedado atrapada cerca de los árboles de bambú como toda la basura.
Blessie se acercó a la gatita y la llamó. Para su sorpresa la pequeña felina callejera salió corriendo a su encuentro.
“Comenzó a frotar su cuerpo y su cabeza sobre mí como si nos conociéramos desde hace años. Y supe que quería ayuda”, dijo Blessie.
Blessie quería llevársela a su casa, pero no tenía cómo hacerlo y se vio obligada a dejarla, sin embargo, no podía deshacerse de la imagen de esa triste carita gris.
«No pude dormir esa noche y estaba muy preocupada por ella, entonces, a la mañana siguiente tomé algo para traerla y volví al lugar donde la encontré esperando que todavía estuviera allí”, agregó Blessie.
Afortunadamente, Blessie pudo dar con la pequeña gatita, pero esta vez se veía visiblemente débil y enferma.
«Ella maulló y se acercó a mí como si me reconociera, pero vi que tenía menos energía», Blessie.
Blessie recogió a la gata, a quien llamó Alon, y la llevó a casa. Una vez que llegaron la pequeña felina pareció sentirse como si finalmente estuviera a salvo.
La bañó y se dio cuenta de que estaba cubierta de aceite de automóvil. Después del baño se sorprendió al descubrir que debajo de toda la suciedad había una gata hermosa con un pelaje brillante.
Le dio un medicamento y comenzó a alimentarla con una jeringa, poco a poco Alon se fue animando y su lado divertido comenzó a mostrarse.
“Le encanta correr por la casa y saltar tanto que hasta llegué a pensar que era un canguro. ¡Ella es súper habladora! No para de maullar incluso aprendió de mi otro gato cómo llamar nuestra atención, así que ahora siempre nos llama en voz alta», dijo Blessie.
Pero la personalidad de Alon no fue lo único que cambió bajo el cuidado amoroso de Blessie, su apariencia también se transformó rápidamente.
“Recuerdo reírme mucho porque en realidad tengo otro gato que se parece mucho a ella. Mi familia a menudo los confunde por lo idénticos que se ven”, agregó Blessie.
Los días difíciles de esta pequeña gatita quedaron atrás. Ahora Alon no podría tener una vida más feliz.
Comparte la emotiva historia de esta ocurrente gatita que logró superar todos los obstáculos gracias al amor de Blessie.