Michele, mejor conocida como Mickey, es una madre de familia que adora a los perros, especialmente después de tener uno que la ayudó a sobrepasar uno de los momentos más difíciles de su vida. Las cosas en casa se tornaron muy duras cuando el esposo de Mickey fue diagnosticado con cáncer.
Decidieron que un perrito los ayudaría a mantener buen ánimo y fue así como adoptaron una perrita llamada Cocoa.
Cocoa era de la raza conocida como Shih Tzu.
Cocoa llegó a sus vidas siendo un perrita mayor, muy tranquila y amorosa. Cuando el esposo de Michele perdió la lucha contra el cáncer, la tierna perrita no se separó de su dueña.
Comprendía que estaba muy triste y no paraba de darle besos, unos años después, Cocoa también perdió la vida y la pobre Michelle quedó con el corazón completamente roto. Se sentía muy sola y llegó a pensar que no lograría salir adelante.
“Los meses pasaron y mi casa y mi corazón se sentían muy vacíos”, dijo Mickey.
Unos meses después, decidió abrir su corazón a una nueva mascota. Comenzó a ver fotografías en las páginas de los refugios y se topó con una perrita muy especial, se trataba de una pequeña cuyo rostro estaba desfigurado.
Minnie vivía en el refugio del condado de Maricopa.
No se sabía si se debía a un problema de salud desde el nacimiento o si la pobre había sido herida en una pelea de perros. Lo que estaba claro era que necesitaba una familia cuanto antes o tendría la peor de las suertes.
“Su nariz está bajo su ojo derecho. La parte superior de su mandíbula no se encuentra centrada así que su mordida no cierra bien”, explicó Mickey.
Esta hermosa perrita había sido rechazada una y otra vez por muchas familias y todo porque lucía diferente. Sin embargo, Mickey sabía que la peludita tenía mucho amor para dar y no tardó en hacer una maravillosa conexión con ella.
Se dirigió a conocerla con su hija y de inmediato parecía como si se conocieran desde hace mucho tiempo.
“Me dijeron que nunca la habían visto tan feliz. En ese momento supe que ya era parte de nuestra familia”, celebró Mickey.
Decidieron llamarla Minnie ahora es una perrita muy feliz. Despierta la curiosidad de todos en la calle pero Mickey se siente más feliz que nunca.
Minnie la salvó de su corazón roto, esa es la magia de los perritos. Siempre encuentran la manera de hacernos felices.
Todos los perritos merecen una oportunidad. Muchos rechazaron a Minnie por su condición pero ahora su historia es una prueba de lo que debe ser el amor incondicional. ¡Comparte!