En ocasiones las personas se convierten en ángeles cuando pasan por el lugar indicado y en el momento justo en que alguien las necesita.
Así ocurrió con un par de mujeres que paseaban por una calle en un país del este de Europa, y una diminuta perrita agradeció por siempre el afortunado encuentro.
Nika Todua e Irina Liklikadze son dos amigas que viven en Rustaví, Georgia, a ambas les encantan los animales, y son voluntarias de Animal Friends, un grupo de rescate de perritos de su ciudad. Cierto día, mientras daban un paseo, vieron algo extraño en la calle, era una especie de bulto oscuro, huesudo y pequeño.
La curiosidad de saber de qué se trataba las hizo acercarse, y notaron que el objeto de su interés tenía pelos.
No había dudas, se trataba de un cachorrito. Por su experiencia con los animales y en virtud del tamaño del que tenían frente a ellas, estimaron que posiblemente tendría un mes de edad.
Pero les preocupaba que no se movía ni daba indicios de estar vivo. Así que se acercaron con sumo cuidado y lo tocaron, de inmediato el animalito empezó a moverse lentamente y sintieron su leve respiración. ¡Qué alegría, estaba viva aún!
No podían comprender cómo un cachorrito tan pequeño podría estar solito en ese lugar, y les preguntaron a las personas que vivían por la zona si sabían algo de su madre y hermanos.
La respuesta recibida les dio mucha pena, la madre había sido atropellada por un auto, y nada se sabía de la suerte que corrieron los hermanitos.
«Nos dijeron que la madre de este pequeño cachorro fue atropellada por un automóvil. No sabemos qué pasó con sus hermanos y hermanas«, aseguró Nika.
Las dos amigas se llevaron al animalito a su casa, y de inmediato se dieron cuenta de que era una perrita, la llamaron ET.
«Fue impactante porque estaba muy débil y parecía condenada a muerte», expresó Nika.
ET poco a poco fue recuperándose y creciendo gracias a Nika e Irina
No perdieron nada de tiempo, estaban decididas a sacar a la cachorrita adelante. El grado de desnutrición, y deshidratación era preocupante, así que comenzaron a alimentarla y atenderla de inmediato.
ET pesaba apenas unos doscientos cincuenta gramos, y estaba infectada de parásitos.
«Tenía hambre, sed y tenía muchos gusanos … y era muy dócil», explicó Nika.
Pensaron en un nombre para ponerle, y escogieron ET, como el protagonista de la conocida película, por lo extraña que le parecía la peluda y pequeñísima cachorra.
Con el pasar de los días y los cuidados recibidos, la perrita fue ganando peso y se puso cada vez más linda y fuerte. Pasados nueve meses se podía ver el notable cambio, ¡estaba enorme y preciosa!
La perrita es muy feliz, se divierte jugando y tiene una predilección por comer pepinos y calabazas, además le encanta que la lleven de paseo. Es una muestra de como el amor y el cuidado puede hacer maravillas en la vida de un animalito. ¡Que sigas teniendo una vida maravillosa por muchos años, preciosa!
ET a pesar de su tamaño, que ha aumentado considerablemente, no deja se subirse en su mamá humana para llenarla de amor
La vida de un perrito sin hogar se torna tan frágil desde los primeros días de nacidos, por eso debemos alzar la voz por todos ellos y promover a la sanción de quienes los abandonen a su suerte. Comparte esta maravillosa historia con todos tus seres queridos.