Cuando hablamos de mascotas, a menudo pensamos en un perro o un gato pero las posibilidades de compañeros fieles no terminan allí. Aunque quizás sea un poco más complejo esperar que un cerdito, una gallina o incluso una cabra se adapten a las condiciones de una vida doméstica, lo cierto es que el amor es capaz de lograr las transformaciones más asombrosas.
Justo esto ha ocurrido con una familia de Santos, en la costa de São Paulo (Brasil), cuya hija decidió adoptar a una cabra como mascota para vivir en su apartamento.
Julia Andrade dos Santos, de 8 años, quedó enamorada de Bebel, la cabrita de sólo tres meses que conoció cuando esta tenía serios problemas de salud y decidió llevarla a casa. Su padre, Eduardo Paiva, es veterinario y atendió el nacimiento de Bebel; de este modo se conocieron las nuevas amigas.
Desde el primer instante quedaron flechadas y el amoroso padre no pudo negarse a la petición de su hija: ella quería llevarse a casa a Bebel para poderla atender.
Debido a la condición y cuidados que requería el animalito, Eduardo no pudo negarse a llevarlo a casa. Además, es algo que hace en ocasiones para ayudar a las criaturas.
«Tenía neumonía y se debilitó. Tengo algunas cabras en la finca y cuando alguna necesita atención, las llevo a casa. Ella no es la primera, pero es la única, las otras se quedaron por un tiempo y después regresaron a su sitio», explicó el veterinario.
En poco tiempo Bebel se adaptó a la rutina de la familia, y esto incluye la presencia de los tres perritos de los Paiva. De hecho, la cabrita ya ha encontrado inspiración en sus hermanos caninos y se comporta como uno de ellos.
Como es natural en su especie, esta amiguita disfruta de hacer pipi en la hierba, así que su familia tiene un horario especial para que salga a una zona cercana y pueda desechar sus líquidos.
Sólo mira lo adorable que luce Bebel.
Cualquiera pensaría que la presencia del animalito puede disgustar a los vecinos pero no es cierto. Bebel ha sabido cómo ganarse los corazones de todos.
«Nadie lo desaprueba. Cuando la encuentran están encantados. No tuve ningún problema. A las personas mayores les gusta aún más, dicen que cuando eran pequeños vieron muchos animales así. Es genial», comentó el veterinario.
Aunque ella se crea parte de sus hermanos canino, la alimentación de bebe y está basada en hierbas y alfalfa. Cuando salen a pasear, ella aprovecha de probar otras especies y especialmente disfruta de las hojas secas que encuentra en el parque.
Julia lleva a Bebel al mercado con ayuda de una cadenita para evitar inconvenientes.
Durante las caminatas muchas personas se sienten atraídas por su presencia y otras parecen ni notar que es una cabra.
«Hay algunos que ni siquiera se dan cuenta de que es una cabra, piensan que es realmente un perro. Cuando lo hacen, a todos les encanta. Ya la han invitado a ir a varios lugares que admiten mascotas. Interactúa con los niños, no hay problema. Es un éxito», dijo el padre.
Aunque es una mascota poco común. Nos alegra saber que esta familia la acogió con la mayor disposición y que la pequeña Bebel se ha sabido adaptar al ritmo de sus hermanitos. Esperemos que cuando crezca no dé muchos problemas en el lugar y que el espacio no se le haga chico para sus travesuras. Seguramente el veterinario y su familia sabrá cómo resolver.
Bebel es un amiguito súper especial. Comparte su historia y enséñale al mundo que debemos ser más inclusivos, este tipo de animalitos también necesita un hogar lleno de amor.