Thumbelina es una hermosa ardilla que nació en medio de las condiciones más impensadas. Afortunadamente, consiguió a una pareja de humanos dispuestos a cuidarla y guiarla durante cada paso de su vida.
Christina y Michael trabajan como rehabilitadores de vida silvestre y realizaron un sinfín de investigaciones para poder brindarle a esta bonita ardilla la mejor vida posible.
Al principio, el plan era reinsertar a Thumbelina en la naturaleza.
Sin embargo, ella forjó una conexión tan especial tan especial con sus rescatistas que se negaba a separarse de ellos.
Con el paso de los meses descubrieron que había otros impedimentos. La pequeña no ha aprendido a trepar ni a saltar a la perfección.
“Thumbelina nunca desarrolló esa ‘chispa de ardilla’. Esa cosa inexplicable que hace que una ardilla bebé sea salvaje y esté lista para salir al mundo”, dijo Christina.
Estas habilidades son muy importantes para sobrevivir por sí mismo en la naturaleza. Afortunadamente, Christina y su esposo no tienen problema alguno en seguir protegiéndola.
“La liberación no está descartada pero ahora Thumbelina tiene un largo camino por recorrer. Esperamos que pueda ayudar a la gente a entender lo importante que es respetar a toda la vida silvestre”, dijo Christina.
Durante Navidad, la familia intercambió regalos y no dudaron en incluir al miembro más pequeño de la casa en esta importante tradición. Prepararon un bonito regalo y lo envolvieron en un hermoso papel para sorprender a la ardillita.
La reacción de la pequeña ha dejado a todos boquiabiertos. En cuanto vio el regalo comenzó a mover sus patitas rápidamente para tratar de desenvolverlo lo más rápido posible.
Su intuición le decía que se trataba de algo maravilloso y en efecto, resultó ser su golosina favorita en todo el mundo.
“Cuando lo vio pareció quedar en estado de shock. Sus ojos se iluminaron. Le permitimos comer muy poco pero era Navidad y Santa quería que ella lo disfrutase”, dijo Christina.
Como toda buena madre, Christina conoce a la perfección los gustos de la pequeña ardilla. El aguacate siempre ha sido comida favorita pero por motivos de salud sólo la dejan comer un poco cada cierto tiempo.
Sin embargo, para celebrar la Navidad con muchísima alegría, dejaron a Thumbelina disfrutar un poquito más de su merecido regalo.
“La dejamos dar algunos mordiscos extras antes de guardarlo para más tarde”, explicó Christina.
No hay dudas de que esta ardilla fue muy afortunada al encontrar con una familia que realmente la ama y la protege. No sabemos si un día logrará reincorporarse a su hábitat natural pero su historia es un claro ejemplo de todo el cuidado y respeto que estos animalitos merecen.
¿Sabías que las ardillas adoran comer aguacate? No te vayas sin compartir a la hermosa Thumbelina y su reacción al abrir su regalo.