Durante muchos años, los especialistas y amantes de los animales nos han advertido una y otra vez sobre el enorme riesgo de dejar a nuestra mascota en un automóvil estacionado. La amenaza se vuelve mucho más grande cuando nos encontramos en medio del verano o en una ciudad con un clima bastante caluroso.
El Dr. Ward vive en Carolina de Sur en los Estados Unidos.
Un talentoso veterinario, Dr. Ernie Ward, decidió demostrar con su propia experiencia lo duro que esto puede ser para un perro. En un video se dispone a encerrarse en su camioneta en un típico día de verano. Se propone estudiar cómo aumenta la temperatura y la manera en que esto afectará a su cuerpo permaneciendo allí durante treinta minutos.
En los Estados Unidos la temperatura del aire en verano suele ser de casi 30º C.
El Dr. Ward bajó cada uno de las ventanas tan sólo un par de centímetros. Esto es lo que la mayoría de las personas hacen cuando dejan a sus perros dentro de un auto, ya que se ha generado una falsa creencia de que con eso podrán tener acceso suficiente al aire del exterior. Al comenzar, la temperatura en la camioneta es de 34° pero pasados unos minutos podremos ver que este número comienza a aumentar considerablemente.
El Dr. Ward tiene un canal de YouTube donde comparte tips y consejos para el cuidado de las mascotas.
El veterinario describe lo incómodo que se siente a pesar de que él sabe que es un experimento y que en cualquier momento puede salir del auto. Antes de que se cumplan los 15 minutos se vuelve demasiado notorio que el aire no circula apropiadamente en el vehículo y él no puede hacer más que sudar y sudar. Por la ventana puede ver que en el exterior hay viento, pero este no llega hasta el auto por las pequeñas rendijas que dejó abiertas.
La altas temperatura pueden causarle a un perro un golpe de calor que puede llegar a ser fatal.
Pasados unos minutos más, la situación se vuelve prácticamente insoportable. Cada parte de su cuerpo le pide que salga de allí y las gotas de sudor comienzan a empapar toda su vestimenta. El Dr. Ward señaló algo muy importante a tomar en cuenta en este experimento. En su caso, a diferencia de un perrito, su cuerpo podía sudar y procesar el calor un poco mejor; pero esto es algo que las mascotas no pueden hacer.
Las mascotas simplemente no entienden lo que está pasando cuando la temperatura empieza a ascender.
El angustiado veterinario ha logrado comprobar en carne propia lo terrible que puede ser esta experiencia para un perrito. Sin importar las excusas, aunque se trate de una diligencia rápida, esto es un acto sumamente irresponsable que somete a un ser vivo a una enorme situación de estrés y hasta podría acabar con su vida.
Al finalizar el experimento de 30 minutos la temperatura había alcanzado los 48° centígrados.
No olvides activar los subtítulos en español para ver el video.
Personas de todo el mundo hacen caso omiso a estas importantes advertencias y el resultado ha sido fatal para muchos perritos.
No dudes en compartir esta importante lección que puede abrir los ojos a muchas personas y hasta podría ayudar a salvar la vida de muchos perritos.