A causa de la imprudencia de los humanos, los océanos y mares de todo el mundo se encuentran llenos de basura y deshechos que ponen en riesgo a toda la vida acuática; siendo una de las peores amenazas las redes de pesca que pueden acabar con la vida de los animalitos que caen presos de ellas.
Afortunadamente para un hermoso bebé delfín, la suerte estuvo de su lado al ser descubierto por un amante de la naturaleza que disfrutaba del último día del año del 2020 en compañía de uno de sus amigos.
Augusto Muniz, un empleado autónomo de 39 años, se encontraba disfrutando de una tarde de relajación en la playa de Guaiúba, en Brasil. Pensó que sería una tarde de pesca como cualquier otra, pero el destino le tenía deparado encontrarse con un indefenso y bello ser.
El clima comenzó a tornarse mal para los pescadores aficionados, así que el par de amigos se disponía a dejar el lugar. Fue en ese momento que se percató de la presencia de un animalito que había quedado atrapado en una red.
«Cuando salía de Guarujá, vi al animal y me llamó la atención. Cuando me acerqué, era un delfín, atrapado en una red. Creo que fue un accidente, lo ayudé de inmediato», narró Augusto.
Tan pronto como lo vio, el hombre se dispuso a liberar al dócil bebé de la peligrosa trampa, retirando con sumo cuidado la red de su cuerpecito para no causarle ningún mal. El proceso de rescate fue grabado en video por su amigo acompañante.
Anteriormente ya había auxiliado a tortugas y peces
En otras ocasiones donde sale de pesca, Augusto ya había tenido la oportunidad de ayudar a animales atrapados, pero era la primera vez que se encontraba con un delfín y estaba muy agradecido por ello.
«Dios nos puso allí en el momento adecuado. Yo me gané el año», afirmó el hombre.
Lo más increíble del encuentro entre Augusto y el delfín fue que el pequeño ser se mantuvo extremadamente quieto mientras su rescatista retiraba la red; parecía entender lo que sucedía y agradecía ser ayudado.
Tras liberarlo de la red, Augusto mantuvo cerca de sí al animalito, acariciándolo suavemente antes de besarlo tiernamente y devolverlo al agua, para que pudiera regresar sano y salvo en su hogar.
Se despidió del delfín con un sincero beso de respeto y amistad
Augusto práctica regularmente la pesca como una forma de deporte, en la que nunca hace mal a los animales. Él considera que la red debió encontrarse en el agua por accidente, dado que todos los pescadores deben colocarlas en zonas donde no afecten a los animales.
Ojalá ningún animal acuático tuviera que correr peligro al encontrarse con objetos extraños en su hogar, al que muchas veces las personas no respetan y hacen mal injustamente.
¡Enhorabuena por este buen hombre y su amigo delfín!
Comparte este emotivo rescate con todos tus amigos y cuida siempre del hábitat de los animales.