En ocasiones los animales se meten en problemas de los cuales son incapaces de salir y exponen sus vidas a un grave peligro. Por fortuna, cuando esto sucede algunos héroes de gran corazón se preocupan por ellos y hacen todo para poder ayudarlos. De tal modo lo ha demostrado un grupo de bomberos que más que cumplir su labor, llevaron a cabo un gran gesto de humanidad.
Rocky, un pequeño perro travieso, cayó a un pozo de más de 30 metros de profundidad y nadie en el lugar se explica cómo es que la criatura fue a parar allí.
El hecho se produjo en el kilómetro 24 de la ruta PY02 Mariscal José Félix Estigarribia en Paraguay, cuando un lugareño se percató de que un perro había caído a un pozo ubicado en su propiedad y decidió llamar a los bomberos.
Inmediatamente, los uniformados informaron a los colegas de la Compañía 12ª de Itauguá para solicitar colaboración en el caso. De este modo lo informó el capitán Sebastián Duarte, de la décima compañía de Ypacaraí, del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP).
Estos héroes entraron en acción.
La persona que reportó el hecho no tenía conocimiento de cuánto tiempo llevaba el perrito en el lugar ni tampoco cómo había sido posible que cayera en el pozo que se encontraba tapado.
Ante tal situación, para Duarte era necesario actuar con rapidez y no exponer la vida de la criatura, sin embargo hubo que tomar medidas previas antes del descenso.
Una vez en la zona, los bomberos debieron preparar el sistema de anclaje para que Duarte bajara los 30 metros hasta llegar a donde estaba el indefenso animal. El trabajo no era sencillo ya que el capitán debía descender hasta el fondo y asegurar al perro a la cuerda antes de comenzar el ascenso.
En este profundo pozo cayó el indefenso perrito.
Por fortuna, todos los bomberos involucrados demostraron gran destreza y lograron llevar a cabo el rescate con completo éxito. La labor les tomó poco más de una hora, pero saber que la criatura estaba a salvo fue la mayor recompensa.
«Parecía que nos estaba agradeciendo», describió el capitán el asombro de la mascota.
El capitán Duarte dentro del pozo.
Según se supo no hubo nadie que acudiera a reclamar al animalito así que Rocky, como fue oficialmente bautizado, quedó en manos de una fundación que se ocupará de su cuidado hasta encontrarle un nuevo hogar.
Todos estaban agotados pero felices después del rescate.
Por su parte, el capitán aprovechó la oportunidad para instar a todas las personas a asegurar los brocales y tapar los pozos, pues estos pueden representar un verdadero peligro y no sólo para los perritos, sino para niños. Por fortuna y gracias a la labor de estos bomberos la historia de Rocky tuvo un buen final.
Evitemos estos momentos de angustia y tomemos las medidas preventivas, comparte esta noticia y evitemos más tragedias.