Los perros pueden ser mucho más que mascotas. Son compañeros fieles que nos facilitan el día a día y que a veces, incluso, nos ayudan a hacer frente a los obstáculos que a veces nos impone la vida.
Ya sea que se trate de barreras físicas del entorno, como si se tratara de una condición de discapacidad, los perros son nuestros mejores amigos y su lealtad y amor son el combustible que nos ayuda a superar cualquier limitación. Para muestra, este botón.
Magnus llegó a la vida de Anatoly a cambiarla por completo
Anatoly Debenev tiene 70 años y hace al menos 10 quedó relegado a una silla de ruedas tras un accidente que no solo le quitó la posibilidad de caminar, sino también, las ganas de vivir.
Desde entonces, la vida del hombre se convirtió en un rompecabezas de momentos difíciles, tratando de adaptarse a un mundo completamente ajeno y limitado, lo que, además, comenzó a amenazar su salud psíquica al sumirlo en un severo estado depresivo.
El hombre, oriundo de la fría Rusia, sin embargo, seguía adelante; con su cruz a cuestas había logrado sobrevivir. El problema era que solo estaba sobreviviendo, pero derrotado ante la situación y no esperaba nada de los días que le quedaban en este mundo.
Hasta que su vida sufrió un vuelco inesperado con la milagrosa aparición de Magnus, un tierno pastor alemán que disfruta trasladando a todos lados a Anatoly, protegiéndolo celosamente y haciéndole compañía.
Esta noble, inteligente, servicial y amorosa criatura se ha vuelto inseparable de su humano, pero además ha generado en él, tan solo con su presencia y entrega incondicional, una nueva y mejor manera de ver la vida. Eso es parte de la maravilla de un perro.
El pastor alemán conoció al anciano hace unos 3 años y, desde el primer minuto, el perro se autoproclamó como el cuidador oficial de Anatoly, desviviéndose por acompañarlo todo el día, todos los días. Fue, simplemente, amor a primera vista, de esos que son para la eternidad.
Magnus arranca motores y va a toda velocidad ayudando a su querido Anatoly
Miles de personas alrededor del mundo sintieron a través de las imágenes de esta simbiótica y extraordinaria relación, cómo se derretían sus corazones al ver a Anatoly en su silla de ruedas escoltado por su fiel Magnus, siempre con una sonrisa a flor de labios.
“Un perro orgulloso de su trabajo”, se lee en uno de los comentarios a la publicación
El anteriormente desesperanzado y triste Anatoly, ahora amanece todos los días rodeado de las tiernas caricias de Magnus, quien después de despertarlo, lo ayuda a subirse a su silla de ruedas, a vestirse y a trasladarse por la casa. Pero si bien eso ya es una gran ayuda, la voluntad de Magnus por ayudar a su dueño va mucho más allá.
Al salir de casa, el animal se fija si no hay peligro, se coloca detrás de la silla de ruedas y comienza a empujarla. Al principio van lentamente, pero después de unos segundos Anatoly comienza a ser impulsado por un jet cien por ciento canino, con gasolina a base de puro amor, caricias y comida.
“Se ve muy feliz ayudando a su humano, ni siquiera lleva correa, él realmente desea estar allí” fue solo otro de las decenas de miles de comentarios de internautas que se enamoraron de este tierno dúo.
Ya sea jugando con sus humanos para subirles el ánimo, o poniendo su vida en riesgo para protegerlos de cualquier amenaza, nada está fuera de discusión para estas mascotas cuando se trata del bienestar de sus privilegiados seres de compañía.
Comparte esta hermosa historia con tus familiares y seres queridos y afianza tu buena relación con los animales, ellos solo saben dar amor. Ver a Magnus y Anatoly es para derramar lágrimas de felicidad.