La sordera en los perros es más común de lo que parece y durante muchos años se han dicho muchas falsedades sobre estos animalitos. Que si, como son sordos no ladran, o que es imposible educarlos adecuadamente, entre otros mitos.
Los perros que no oyen, a pesar de su discapacidad física son canes como los demás, que juegan con los niños, pasean con nosotros y nos dan su amor sin pedir más nada a cambio que no sea nuestro cariño en reciprocidad.
Jögan es un ser hermoso, su único «pecado» para ser rechazado es ser sordo
En Florianópolis, Brasil, un perrito fue adoptado por una familia que, al percatarse de que el pequeño peludo de 11 meses de edad tenía problemas de audición, lo devolvió sin más a la perrera como si de un objeto defectuoso se tratase.
Afortunadamente, la justicia es ciega y no sorda porque, como caído del cielo, un estudiante con la misma condición apareció en la vida este pobre perrito discriminado para adoptarlo y ser junto con él los mejores amigos.
João Gabriel cursa un doctorado en Estudios de Traducción en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) y vive con otras tres personas, dos de las cuales son sordas y la tercera, hijo de padres sordos, así que la pandilla de estudiantes, a pesar de ya tener un cachorro, llevaba años tratando de encontrar un nuevo integrante canino que se les uniera.
Pasado el tiempo, el esfuerzo de estos jóvenes rindió sus frutos cuando uno de los amigos de João encontró a Jögan, nombre con el que fue bautizado el animalito, en una red social que lo ofrecía en adopción a través de la Dirección de Bienestar Animal de Florianópolis.
“Estamos muy contentos con él y tenemos mucha empatía, debido a la identidad sorda. Está contento porque tenemos nuestras estrategias de adaptación para el hogar. Comparte nuestras costumbres, apagamos y encendemos la luz cada vez para llamar a Jögan como lo hacemos entre nosotros”, dijo João.
Joäo afirma que él y su otro perro, Gabi, se llevaban muy bien, pero ahora con dos dóciles, mansas y educadas mascotas que aprenden rápidamente se retroalimentan entre sí, lo que representa todo un reto de convivencia, pero, al final, los perritos lo agradecen con sus demostraciones diarias de afecto y cariño por sus humanos.
Gabi y Jögan
“Ya conocen algunas señales de Libras [Lengua de Signos Brasileña] y desde el jueves están aprendiendo las señales para caminar, pedir salir y esperar”, reveló el estudiante.
Los perros sordos reaccionan a la vibración de los sonidos e incluso aprenden a responder, tanto a sus cuidadores como a otros perros con sus ladridos. Aunque no puedan interpretar nuestras palabras, ello no significa que no aprendan. Para educar a un perro sordo, basta con sustituir las palabras por gestos.
Según la Dirección de Bienestar Animal de Florianópolis, de los 150 animales recolectados, el 90 por ciento son adultos y el 40 por ciento tiene una condición especial, es decir, son animales ancianos o discapacitados.
Lo que algunas personas no han entendido es que la edad o sus capacidades diferentes no son limitantes para brindar su amor y devoción.
Para que se haga más fácil para tu mascota la interpretación de tus gestos, hazlos sencillos y repítelos constantemente. Cuando el perro logre entenderte, dale una recompensa. Lo importante siempre será brindarle el cariño necesario para que se sienta parte de tu familia.
Comparte esta tierna historia de amor y convivencia sana con tus seres queridos y allegados.