Para nadie es un secreto que los osos polares tienen la fuerza suficiente para acabar con animales más pequeños. Después de todo, ellos pueden verlos como una presa y las penurias que ha causado el calentamiento global hacen que estos animales tengan mucha dificultad para alimentarse.
Es por eso que cuando dos veterinarios fueron testigos del encuentro entre un oso y un peludito, pensaron que podía pasar lo peor. Brittany Semeniuk y su esposo estaban estudiando osos polares cuando captaron el encuentro.
“No tenía idea de lo que iba a pasar. Estaba muy preocupada por el perro”, dijo Brittany.
Su objetivo principal era tomar algunas fotografías pero se encontraron con algo que detuvo su corazón por unos instantes. Afortunadamente pudieron grabar lo sucedido y darlo a conocer al mundo entero. Es una muestra más del enorme corazón de los animales y lo mucho que todavía nos falta por aprender sobre ellos.
Las imágenes fueron captadas en Manitoba, Canadá.
Los veterinarios llegaron al santuario Mile 5, un lugar que es muy visitado por los osos polares. Mientras exploraban la zona de las afueras de Churchill, vieron a un perrito de trineo agotado y atado a una pesada cadena.
Antes de acercarse a él para averiguar de qué se trataba, notaron que un oso polar cachorro también se encontraba muy cerca y no hacía más que mirar al perrito con mucha curiosidad. Por seguridad, decidieron permanecer ocultos pero encendieron la cámara para capturarlo todo.
Una vez que el osito llegó, comenzó a olfatear al perro. El peludo se sentía un poco intimidado al comienzo pero después de un par de minutos comprendió que su nuevo amigo se había acercado hasta allí con la mejor de las intenciones.
El oso polar era un bebé y sus grandes instintos de explorar y jugar lo hicieron ver en el perrito no una presa sino un maravilloso amigo. Esto no es algo que sucede todos los días.
Los veterinarios han alzado la voz en contra de la injusta situación del perrito.
En más de una ocasión se han reportado decenas de perritos que han perdido la vida en las garras de los osos polares pero este curioso par decidió aprovechar su tiempo juntos de una manera mucho más divertida.
Lo mejor de todo es que el oso observó la cadena del perrito y hasta intentó liberarlo. Es una lástima que no lo haya logrado pero al menos los hermosos animales lograron acurrucarse juntos y tener una sesión de juegos completamente única.
Según los especialistas, esto es una excepción a la regla. Una amistad como esta no es nada común. ¡Compartamos la bonita excepción para darla a conocer al mundo entero!