El oficial Scott Charleswood se encontraba patrullando un sábado por la noche cuando escuchó algo que llamó su atención. Parecían quejidos de dolor que apenas lograban hacerse oír.
Decidió investigar lo que estaba sucediendo y fue así como descubrió que los chillidos venían de un recipiente de basura.
Los perritos fueron rescatados en la ciudad de Indianapolis en los Estados Unidos.
En cuanto lo abrió se topó con algo que le rompió el corazón. Se trataba de nada menos que siete perritos recién nacidos pidiendo ayuda desesperadamente.
Era evidente que alguien los había llevado allí con la peor de las intenciones. Sin la ayuda de su madre o de algún adulto era muy probable que terminaran perdiendo la vida trágicamente.
“Los animales no son desechables. No entiendo cómo hay personas capaces de hacer algo así”, se lamentó un usuario en las redes.
Por suerte, el agudo oído del oficial lo llevó directo hasta ellos. Charleswood no es un experto en rescate de animales pero supo que tenía que hacer algo. Era una noche muy fría así que decidió quitarse su abrigo y dejarlos en un lugar seguro.
“Todavía tenían sus cordones umbilicales. Eran mínimos”, explicó el oficial.
Después, contactó a la organización Every Dog Counts Rescue. Allí realizaron los trámites para llevar a todos los pequeños a un hogar temporal.
Eran tan mínimos que necesitaban de mucha atención y cuidados. Afortunadamente, fueron rescatados justo a tiempo y lograrán crecer sanos y salvos.
“Cuando los perritos llegaron al refugio, estaban durmiendo plácidamente en el abrigo del oficial”, agradeció un portavoz del refugio.
La conmovedora historia se dio a conocer a través de las redes sociales y se volvió completamente viral. Esto resultó vital para ayudar a crear conciencia y encontrar hogares definitivos para los cachorros.
“Era un día frío y lluvioso pero este oficial pasó el resto de su jornada sin un abrigo ya que prefirió salvar a los cachorros”, explicó un portavoz de Every Dog Counts Rescue.
Los perritos nacieron en medio de una situación verdaderamente difícil y es un milagro que lograran sobrevivir en aquel frío basurero. Por suerte, ahora todo eso es cosa del pasado y cada uno de ellos encontró un hogar definitivo, crecerán en casas donde nunca les faltarán cuidados ni amor.
Los perritos fueron llamados Zuma, Yumi, Tess, Skye, Harvey Sue, Marshall y Chase.
Es verdaderamente indignante saber cuántos casos de abandono como este tienen lugar cada día. Muchos no temen en dejar a un perrito inocente en la calle sin importar el enorme peligro que esto supone, especialmente para un cachorro. Agradecemos enormemente al oficial Charleswood por recordarnos que siempre podemos detenernos y ayudar a un peludito en apuros.
Un simple abrigo logró salvar la vida de siete perritos. Esto es un ejemplo que todos debemos seguir, comparte este acto de solidaridad.