Para muchas parejas, una de las cosas más importantes el día de su boda es lograr compartir este momento tan especial con todos sus seres queridos. Esto incluye a las mascotas, especialmente si se trata de viejos peluditos que han permanecido a su lado durante años y que merecen ser parte de esta celebración.
Esta boda se celebró en Colorado, Estados Unidos.
Cuando Kelly O’Connell estaba planificando su boda, tuvo que lidiar con la desgarradora noticia de que a su perrita labrador le quedaba muy poco tiempo de vida. Gracias a Charlie Bear, Kelly comprendió lo que era en verdad el amor incondicional y quería estar junto a él durante la ceremonia.
Charlie Bear vivió junto a Kelly durante 15 años.
Lamentablemente, los veterinarios no estaban del todo seguros de que pudiera estar en la boda. El perrito labrador estaba enfermo y con una edad tan avanzada, lo único que podían hacer era tratar de aliviar sus síntomas y disfrutar al máximo del poco tiempo que les quedaba junto a Charlie Bear.
Charlie Bear tenía un tumor cerebral.
Kelly continuó preparando su boda y se aseguró de guardar un lugar muy especial para su mascota. Ella y su pareja siempre habían sido grandes amantes de los animales y decidieron compartir este momento con sus peluditos.
Cuando llegó el gran día, el lindo labrador dio lo mejor de sí y se convirtió en el protagonista de la boda.
Los invitados se referían al Charlie Bear como el perrito de honor.
Katye Lloyd, otra de las damas de honor, lo alzó en sus brazos y lo ayudó a caminar hasta el altar, el peludito se encontraba algo débil, pero entre todos lo ayudaron para permitirle estar con su madre en este día tan importante. Cuando Kelly vio a su querido Charlie Bear no pudo evitar estallar en lágrimas.
“Era un perrito muy especial. Amaba a todos los que conocía, pero yo era definitivamente su personita más querida”, explicó Kelly.
Las bodas siempre son celebraciones verdaderamente emotivas, pero el delicado estado de salud de su querido perrito lo hacía todo aún más especial: era muy probable que este fuese uno de los últimos momentos que lograría compartir junto a su leal amigo.
Jen Dziuvenis fue la encargada de realizar las fotografías en la boda y quedó conmovida al ver el maravilloso encuentro entre Kelly y su perrita.
“Me costó mucho seguir filmando la boda porque no podía parar de llorar. Todo eran lágrimas”, dijo la fotógrafa.
El hermoso Charlie Bear será recordado como el maravilloso compañero que fue y el mejor perrito de honor. A pesar de su estado de salud, logró celebrar la boda de su querida humana. No habría sido lo mismo sin él.
Poco después falleció, y a pesar del inmenso dolor de su ausencia, su dueña por siempre tendrá el consuelo de haberle ofrecido una vida feliz llena de amor y bonitos momentos.
Nada más bonito que el sinfín de recuerdos que nos dejan nuestros peluditos. Comparte esta emotiva historia de amor.