Es muy lamentable que existan personas sin escrúpulos y capaces de darle malos tratos a los animales, quienes solo desean recibir amor. No es para menos que estos animales reaccionen con desconfianza, justamente eso fue lo que hizo la chihuahua Maggie.
Maggie estaba aterrada cuando uno de los rescatistas intentó ayudarla, ella se sintió amenazada y reaccionó agresivamente tras morder la mano de este voluntario.
Sin embargo, este rescatista cambió su destino y le dio la segunda oportunidad que merecía. Maggie fue arrojada a la carretera despiadadamente por su dueño, quien la dejó a la suerte del destino, desamparada y desubicada.
Por suerte, este hombre amante de los animales que se dedica a rescatar a los animales, especialmente a los más vulnerables, recibió la llamada que le informaba sobre el peligro que estaba corriendo esta perrita, y sin dudarlo fue a su auxilio.
El rescatista intentó acercarse a la aterrada perrita que solo estaba tratando de protegerse y escapar de lo que para ella era un inminente peligro, por lo que reaccionó con un poco de agresividad.
El rescatista la acorraló para tratar de capturarla, pero dominada por el pánico y tratando de defenderse lo mordió.
Maggie respondió como lo hacen los perros cuando tienen mucho miedo y se sienten agredidos. Por suerte este hombre no se dio por vencido y la agarró para llevarla a su auto.
Después de poco tiempo, Maggie empezó a confiar nuevamente en los humanos, y su apetito comenzó a aparecer, prácticamente se devoró en cuestión de segundos una lata de comida para perros.
Era evidente que no había comido hace mucho, no solo por su manera de comer, sino porque su peso estaba por debajo de la media.
La Asociación para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, SPCA, no quiso llevarse a la chihuahua por la “agresividad” que mostró en un principio, pero el hombre que la rescató estaba decidido a darle una segunda oportunidad.
Fue entonces cuando el rescatista se la llevó a su casa, y la llamó Maggie. Este hombre pensó que la tensa situación que vivió con Maggie no fue su culpa, ella estaba traumada hacia las personas por como la trataron en su pasado.
Maggie aprendió a recibir cariño y a ser cariñosa. Ahora acepta a los humanos.
Afortunadamente Maggie va mejorando y todos apuestan que después de cumplir su proceso de rehabilitación ella esté disponible para la adopción y así pueda encontrar una familia definitiva que la ame.
Maggie no es ni la sombra de lo que era, está totalmente renovada, es una perrita muy dulce y sabe que está a salvo.
Comparte la historia de Maggie, quien agradece cada día la segunda oportunidad que le dio su rescatista con muchos besos y moviendo la cola.