En la naturaleza no todo es previsible, un cambio abrupto en las condiciones climáticas aunado a un error involuntario del hombre provocó una tragedia impensable en los campos de Curuzú Cuatiá, en la provincia de Corrientes, Argentina. Miles de ovejas fueron encontradas sin vida después de haber sido esquiladas a “destiempo” por las altas temperaturas, que en poco tiempo cambió, sin su pelaje protector no pudieron resistir el frío.
Según informa la prensa local al menos tres productores decidieron esquilar a sus manadas de ovejas durante la semana, cuando se venían registrando temperaturas cercanas a los 40 grados, sin saber que en poco tiempo el escenario cambiaría por completo.
En la zona llegó el agua y el frío, y las ovejas no estaban preparadas para soportarlo, desgraciadamente unos 3.500 animales perdieron la vida por hipotermia.
La causa fue el abrupto cambio de temperatura que se registró el fin de semana, explicó un productor y remarcó que “el problema fue que las ovejas estaban esquiladas”.
Después de quitarle el denso pelaje, no sólo cambió el aspecto sino que tras esta práctica, sufrieron un inesperado y brusco cambio de temperatura, lo que hizo que su cuerpo desprotegido colapsara, dejando en el campo la imagen dantesca de este lamentable suceso.
El secretario de Ganadería y Agricultura provincial, Manuel García Olano, confirmó la noticia y precisó que el hecho “ocurrió en establecimientos de medianos y grandes productores”.
El funcionario explicó que los productores habían procedido a esquilar los lanares, entre el miércoles y el viernes, debido a que las temperaturas estaban superando los 37 grados pero, horas después -el fin de semana- el tiempo cambió abruptamente con la llegada de un temporal de lluvia y frío, bajó a 10 grados lo que impactó en la salud de las ovejas por un fenómeno natural de inadaptación al clima.
«El clima cambió, refrescó y llovió en la zona, y esto provocó la muerte de estos animales que son sensibles a estas modificaciones meteorológicas», explicó el funcionario en declaraciones a la prensa local.
“Ahora los productores están abocados a tomar las medidas para que esto no empeore. Protegiendo a las ovejas que tienen un mes de vida, que si bien no fueron esquiladas, requieren alimentación y ser preservadas del clima”, detalló.
Con respecto al nivel de los daños, comentó que “además de la cantidad de lanares muertos, ocurrió en cabañas muy tradicionales de Curuzú, con muchos años de inversión en genética de los animales, de una muy alta calidad y valor”.
Debido al imprevisto, al que calificó de “gravísimo”, indicó que desde su gestión no descartan convocar a la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria para analizar las diferentes herramientas disponibles, tanto de recursos provinciales como los previstos en la Ley Ovina nacional.
Finalizó su intervención asegurando «Incluso ya me comuniqué con el subsecretario de Ganadería de la Nación para avisarle esto”.
No se trata de la pérdida de producción, sino de vidas indefensas que se apagaron en circunstancias lamentables.
Comparte si crees que se puede hacer algo para que este tipo de tragedia no se repita.