El dolor, el hambre, y las enfermedades son algunas de las amenazas a las que se enfrentan millares de ejemplares de la naturaleza, desesperados por conseguir medios para sobrevivir, porque un día les robaron lo que les pertenecía.
Siempre han existido muchos conflictos entre el tigre y el humano, siendo los humanos quienes invaden con frecuencia su apacible entorno natural.
En este caso, un tigre siberiano en peligro de extinción salió de su zona de confort en busca de ayuda humana. Estos depredadores, conocidos por ser los más grandes del mundo, normalmente evitan todo contacto humano.
Alexey Khadeyev, una mujer rusa, salió al patio de su vivienda temprano como cada mañana.
Al intentar abrir su puerta, notó que algo la obstruía y al darle un empujón fuerte lo único que escuchó fue el gruñido de un animal. Alarmada, decidió llamar al Servicio de Seguridad de la ciudad.
El insoportable dolor que padecía el tigre lo obligó a salir en busca de ayuda
Los especialistas lo sedaron y el tigre fue trasladado al Centro de Rehabilitación Alekseevka de Primorsky. El felino en ningún momento se comportó agresivo, al contrario, siempre mantuvo la calma.
Él solo buscaba algo de ayuda humana como último recurso dentro de su desesperación:
Los expertos determinaron que era una hembra de 10 años, la cual no tenía dientes superiores porque presentaba problemas en la mandíbula, lo que explicaría su estado de agotamiento.
Debido a la condición de su mandíbula, no podía consumir alimentos. Se cree que llevaba varios días sin alimentarse, lo que la llevó a buscar ayuda humana.
La pobre tigresa ni siquiera era capaz de comer por sí sola
La tigresa se encontraba en estado grave y necesitaba ayuda urgente. Los especialistas barajan la lamentable hipótesis de que la felina pudo haber sido atacada por cazadores, quienes son una gran amenaza para esta especie.
Al respecto, la conservacionista Yury Kolpak, del Ministerio de Recursos Naturales de Rusia, comentó:
«La felina no presenta heridas de arma de fuego, sin embargo tiene problemas graves en su cavidad oral. La tigresa se encuentra en un estado de completa exhaustividad, tiene varios problemas de encías y no tiene dientes superiores”.
De no haber encontrado la ayuda que tanto necesitaba habría muerto de inanición
Es posible que su cansancio se deba a que no puede comer adecuadamente, siendo este uno de los motivos por el que no se le puede hacer una intervención quirúrgica.
Al no tener suficiente fuerza, no se le puede suministrar ningún tipo de anestesia general.
Por ahora, se encuentra en recuperación con una asistencia calificada. Los veterinarios están haciendo todo lo posible para ayudarla con su recuperación.
La tigresa está disfrutando de un festín de carne molida, recuperando fuerzas para pronto optar por una cirugía mayor que la ayude a resolver su problema.
El tigre suele usar su tamaño y fuerza para golpear a su posible presa y abatirla. Alcanzan los 90 km/hora en una corta carrera, después usan sus músculos para sostener y derribar a sus presas, especialmente si es grande, como un gaur.
Una vez que tiene a su víctima en el suelo, lo muerde en la parte posterior del cuello, generalmente rompiendo la médula espinal, o perforando la tráquea, dándole a su presa una muerte casi inmediata.
De ahí la gravedad de que a una tigresa como esta pobre felina hambrienta, le falle su dentadura.
Es increíble ver cómo la necesidad puede hacer que un animal salga de su hábitat en busca de una mano amiga. Que esta historia sirva para animar a otros a no ser indiferentes ante los animales necesitado. ¡Muchas veces somos su única esperanza!