Es común reprender a nuestras mascotas cuanto tienen un mal comportamiento; sin embargo, es importante recordar que ellos no hablan nuestro idioma y que muchas veces nuestros regaños no son entendidos adecuadamente, los castigos deben ser razonables y que no los dañen.
Beong Kok es un elefante de 35 años de edad que vive en Camboya. El pasado mes, escapó de casa dejando a su paso muchos estragos y acabando casi completamente con una aldea cercana.
Cuando el elefante fue encontrado, su dueño decidió que necesitaba un castigo para reprender su terrible acción y todos los daños que ocasionó. El mejor método que consiguió para su castigo fue el de prohibirle el alimento.
El dueño del elefante esperaba que con esta terrible sanción el animal aprendiera su lección y cambiara su comportamiento, pero después de un mes los resultados fueron completamente tristes.
Fue el pasado 28 de marzo el día en que el dueño de Beong Kok lo encontró tras haber escapado. Furioso, su dueño dejó de alimentarlo pensando que así disminuiría su agresividad. Pero nada funcionó como el dueño esperaba; al contrario, el elefante se puso débil y enfermó.
Era obvio que al no alimentar al animal este se sentiría débil; sin embargo, su dueño no imaginaba lo grave de esta situación, aunque en realidad era evidente. Poco a poco, el elefante se fue debilitando hasta que un día colapsó en mitad de la carretera al punto de no poder sostenerse en sus propios pies y desmayarse.
El animal fue encontrado en mitad de la carretera por los trabajadores de la fauna. Cuando llegaron ya era demasiado tarde para Beong Kok y no pudieron salvarlo, había pasado demasiado tiempo sin probar bocado.
Esa misma noche, tras ser encontrado, el elefante falleció. Khun Diyon, un trabajador de la fauna, que estuvo encargado del cuidado del animal, reveló que él no había sido herido y que había muerto debido a la falta de alimentación.
Debilitado por el hambre, el elefante no tenía fuerzas para levantarse y pararse por sí mismo, a pesar de hacer varios intentos para levantarse”, dijo Khun Diyon.
Se demostró que la debilidad del animal había sido ocasionada por no comer y que falleció después de estar desmayado por mucho tiempo sin nada de fortaleza en su organismo.
Lo más lamentable de este abuso animal, es que de ninguna manera el dueño podría conseguir enseñarle algo al elefante de este modo. Por el contrario, de igual manera el elefante escapó nuevamente a lo que fue su muerte.
El valiente elefante usó lo último que le quedaba de fuerza para huir de su captor que lo maltrataba, aunque tristemente su final no fue el mejor de todos.
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