Los animales no tienen mascotas. Nadie ha visto a un mono sacar a un perro a pasear o a un elefante comprar una tortuga para que le haga compañía. Al parecer, convertir a un animal en parte de la familia y entregarse a él es algo que solo los humanos hacen. Pero la pregunta es, ¿por qué?
Entre mascota y humano se establece una conexión intuitiva, sin idiomas. Se crea entre ambos un afecto incondicional y absoluto, ya que, desde la perspectiva humana, las mascotas son los niños que nunca crecen y desde la perspectiva de las mascotas, a lo mejor, somos los eternos amigos para jugar y acompañarnos.
Esta es la relación que existe entre Martín Bustos, un joven argentino y su perro Franco, quien el pasado 16 de junio se escapó de su casa en el barrio de Lanús, de Buenos Aires cuando ese país celebraba el día del padre, y en medio de un corte nacional de electricidad. Franco llegó a la vida de Martín en un momento apremiante, devolviéndole la esperanza precisamente cuando el joven atravesaba por fuertes episodios de depresión.
Después de su desaparición el perro de año y medio, estuvo viajando durante 21 días en el sistema de trenes de la ciudad de Buenos Aires, mientras Martín estuvo siguiéndole la pista por el mismo lapso de tiempo, sin obtener mayores noticias del animal.
Fue así como el joven decidió compartir lo sucedido en las redes sociales, con la esperanza de que ello contribuyera con su localización.
Perdió su perro y viajó 20 días en el tren Roca hasta encontrarlo
Franco se escapó de la casa de su dueño, Martín, en medio del apagón nacional del 16 de junio.Su dueño lo vio en la TV perdido en las estaciones del tren Roca y por eso, durante 20 días viajó hasta encontrarlo. El día del amigo, lo disfrutan juntos. ¡Qué dupla!
Publiée par Clarín sur Samedi 20 juillet 2019
“Él me salvó una vez a mí, ahora necesita que yo lo salve a él, pero solo no puedo hacerlo porque Buenos Aires es enorme. Ayúdame a encontrar a FRANCO”, pidió el joven en las redes y acompañó el mensaje con algunas fotos de su mascota.
Franco y Martín son los mejores amigos
Conforme pasaban los días, el inquieto Martín se hizo conocido de los trabajadores del tren, quienes le abrían el paso en las estaciones para que entrara sin problemas e investigara sobre el paradero de su mascota. Fueron 20 días de viajes con la foto de Franco por todos lados, levantándose temprano, empezando a las 9 am desde la estación Lanús y parando en todas las demás estaciones.
“Yo sé que él no está, pero se lo debo. Tengo que ir hasta donde lo vieron por última vez, aunque no vaya a encontrarlo”, dijo Martín.
Hasta que un buen día, la fe inquebrantable de Martín dio sus frutos cuando recibió un mensaje de alguien que se encontraba a siete estaciones de distancia, y le dijo que una familia del barrio había recogido a Franco.
El joven no dudó en ir por fin al encuentro con su peludo amigo y aprovechó para agradecer a todos por la ayuda prestada en la ubicación del travieso can.
“¡Apareció Franco! ¡Gracias a todos por ayudarme a encontrarlo! ¡Apenas me vio se lanzó corriendo hacia mí!”, escribió emocionado, y publicó imágenes del instante, en las que se puede ver la indescriptible alegría de ambos por el reencuentro.
Sin duda, las mascotas nos hacen la vida más llevadera con su eterna felicidad, no entienden de decepciones o depresiones, pero sienten o perciben lo que sucede. Agradezcamos su amor y lealtad infinita, ellos no piden más que amor sincero.
Comparte esta hermosa historia de entrega y amor incondicional entre dos seres y si aún no has tenido la oportunidad descubrir el mundo de las mascotas, estás a tiempo. Dale a tu vida ese privilegio.