El instinto materno traspasa cualquier barrera y por eso hay algunas mamás que deciden adoptar a las criaturitas menos improbables en este mundo. De tal modo le ha ocurrido a Nevada, una yegua adulta que terminó por convertirse en la madre sustituta de un perrito huérfano. Además del afecto que los une, entre ellos la apariencia ha sido el gran gancho.
¡Super tierna esta familia poco convencional!
Jack Sparrow es el hijo adoptivo de Nevada, un dálmata que al quedar sin su mamá se sintió identificado con la yegua y su pequeño potro llamado Napoleón.
Las tres criaturitas viven en Kootwijkerbroek, una aldea de los Países Bajos, bajo el cuidado de Greetje Hakvoor.
Nevada y Jack junto a la hija de Greetje.
Jack ha estado a cargo de la mujer desde que estaba bastante pequeño y aunque él le agradece por sus cuidados, para el perrito su verdadera mamá es Nevada. Apenas la vio corriendo en el establo junto a su potro se identificó con ella.
Lo más probable es que a Jack le pareciera que esas manchitas eran exactamente iguales a las suyas y comenzó a seguirla desde el primer momento.
Por su parte, Nevada no se resistió a la presencia del cachorrito y desde la primera vez se mostró protectora con él. Aunque estemos hablando de una familia poco probable, la verdad es que este trío ha aprendido a formar el mejor equipo de todos.
La nobleza de estas criaturitas es increíble.
Aunque Nevada no estaba preparada para esa nueva maternidad la ha asumido de la mejor manera y todo esto tiene conmovida a Hakvoor, quien es además amante y protectora de los animales.
Ella y su familia procuran hacer feliz a cada uno de sus animalitos y por ello trata de involucrar a su pequeña hija en las actividades diarias de la granja.
Este pequeño dálmata no es el primer animal adoptado por una madre de otra especie pero lo que ha resultado bastante particular es que Jack está creciendo como un verdadero potro.
El perrito prefiere estar en el establo que en la comodidad de la casa y disfruta al máximo cuando es hora de dar un paseo pues persigue a los caballos, aunque a él nadie pueda montarlo.
Su historia pudo haber sido diferente y tener un final triste y de abandono pero a pesar de su orfandad él mismo se empecinó en sacarle el lado amable a la vida y supo cómo ganarse el corazón y confianza de Nevada y Napoleón. Ahora este trío han conformado una verdadera familia y Hakvoor disfruta al máximo de esta singular relación.
Jack encontró una verdadera familia en el lugar menos pensado, comparte esta bella historia de amor y llena tus redes de buenas noticias.