Las crías de elefantes al igual que otras especies de animales son curiosas por naturaleza, solo que algunas se destacan del resto por tener una personalidad más juguetona e intrépida.
Desde pequeños se les ve siempre dispuestos a explorar el mundo que le rodea y descubrir las novedades que le presenta la vida. Tal como lo hacen los niños, capturan por completo la atención, y es que dibujan en nuestro rostro las expresiones más inverosímiles cuando vemos cada una de sus peripecias.
En esta ocasión, la protagonista es una encantadora cría de elefante de dos años de edad, nos regala una emocionante y graciosa escena capturada en video por uno de sus cuidadores. Todo ocurre cuando la pequeña está paseando felizmente en el bosque de la reserva del Centro de Crianza y Rescate de Elefantes Asiáticos ubicado en la provincia suroccidental de Yunnan, cerca de la frontera con Myanmar, China, donde vive desde que fue rescatada.
El cuidador graba el momento en el que la ve bajar de forma divertida la empinada colina deslizándose sobre su panza. Pareciera haber descubierto un súper tobogán natural que no dudo en retomar varias veces las pendientes para seguir derrapando juguetonamente hasta llegar al final del camino.
Sabemos que a los elefantes les encanta el lodo, pero aquí lo ha llevado a otro nivel, quizás no le quedo de otra y siguió aventurándose de la mejor forma que pudo, acostada sobre su vientre, con sus patas delanteras estiradas y las traseras flexionadas hundiendo sus rodillas en el lodo, a pesar de su peso se desliza con gran facilidad sobre la fangosa ladera.
Tal cual como un niño pequeño que cuando quiere hacer algo pone a valer todo su ingenio y no pierde la oportunidad de aprovechar justo el instante de distracción del adulto para tomar la decisión de andar a sus anchas, sorprenden cuando menos te lo esperas, con su gracia nos hacen saber que todo está bien y no queda otra que rendirse con una sonrisa ante su encanto. Aquí el riesgo valió pena ¡Ha ganado la diversión!
Esta pequeña elefante ha tenido que superar un pasado trágico, hoy en día esta recuperada de sus heridas y le encanta jugar.
Según un reporte de los medios, hace dos años fue hallada sola y herida en la naturaleza en estado salvaje por habitantes de la zona, quienes le prestaron ayuda y la trasladaron al Centro de Rescate de elefantes que ahora es su hogar. La llamaron Yang Niu, que significa “hija de cabra” porque fue alimentada con leche de este animal.
El juego es parte del aprendizaje de las crías, y Yang Niu se divierte mucho con las personas encargadas de cuidarla, le gusta rodar sobre la hierba, chapotear en el agua, jugar pelota y correr persiguiendo a sus cuidadores.
Creen que la pequeña ha descubierto que bajar deslizándose por la colina es la forma más rápida, fácil y divertida que tener que hacerlo normalmente caminando.
Los elefantes asiáticos como Yang Niu son la especie más pequeña que los elefantes africanos, sin embargo, no dejan de ser los mamíferos terrestres más grandes del continente. Se estiman que la población de elefantes ha disminuido drásticamente en los últimos años, todo se debe a las actividades humanas que han contribuido a la destrucción y pérdida de su hábitat, así como la caza furtiva y la industria del turismo en la que estos hermosos ejemplares son vilmente utilizados.
Es bueno saber que Yang Niu crece protegida y aprovecha cada oportunidad para ser feliz. Esta vez no pudo contener la tentación de sacar tiempo fuera para regalarse un rato de recreación y aventura al deslizarse cuesta abajo por una fangosa pendiente.
Siempre es grato compartir simpáticos momentos que tienen los animales y Yang Niu con su ternura nos roba el corazón.