Dan Targonsk es un dedicado cartero que siempre sintió una gran conexión con los animales. A lo largo de los años, se ha acostumbrado a toparse con todo tipo de mascotas en su ruta de trabajo. A veces se trata de algún gatito encima de los buzones, pero en otras ocasiones se encuentra con perritos cuya vida se encuentra en riesgo y que necesitan de su ayuda. Uno de los casos que más lo conmovió fue el de una perrita boxer llamada Kuperus.
La perrita fue hallada en la ciudad de Philadelphia, en los Estados Unidos.
Dan la encontró sujetada a un árbol en medio de un día sumamente caluroso. Se veía muy delgada y no contaba siquiera con un poco de agua o comida para poder sobrellevar el paso del tiempo. Una vez que se acercó comprendió que se trataba de algo mucho más grave. La perrita estaba muy sucia y tenía unas alarmantes lesiones en su cabeza que parecían ser realizadas con objetos cortopunzantes.
La perrita tenía nueve dientes rotos cuando fue rescatada.
A pesar de que debía cumplir con una estricta rutina de trabajo, Dan decidió tomarse su tiempo para ayudarla. Lo primero que hizo fue buscar un poco de agua para que se aliviara un poco y luego contactó a los rescatistas de Adopt a Boxer Rescue.
Adopt a Boxer Rescue lleva 15 años trabajando en 10 estados de los Estados Unidos.
Fue allí donde decidieron llamarla Kuperus y en cuestión de minutos se dieron cuenta de que era una de los perritas más amorosos en toda la historia del Refugio. Su situación era muy delicada, así que la ingresaron de inmediato al quirófano.
“Cerramos su lesión y colocamos un drenaje. Su mandíbula también estaba fracturada. Logramos estabilizarla”.
La radiante personalidad de Kuperus no tardó en llegar a los oídos de todos. Muchos se acercaban a conocerla y quedaban sumamente conmovidos con sus enormes ganas de vivir a pesar de lo duro que había sido su pasado.
“Lo que más quiere en el mundo es contacto y cariño. No deja de impresionarme que sea así. Aún después de que un humano le hiciera tanto daño”.
Logró recuperarse en un hogar temporal y pasados unos meses ya se encontraba lista para mudarse a uno definitivo. Ahora cuenta con una amorosa familia que la cuidará y cuyo principal propósito es ayudarla a olvidar esos difíciles días que tuvo que pasar.
El cartero suele visitar a la perrita y la hermosa Kuperus corre a su encuentro con mucho emoción.
Hay muchas personas que pueden pasar junto a un perrito herido sin tomar ninguna medida, pero el valiente Dan demostró que con tan sólo unos minutos de nuestro tiempo podremos cambiar para siempre la vida de un hermoso animal.
No te vayas sin compartir esta bonita historia para recordar lo mucho que podemos lograr si dedicamos unos minutos a un perrito en apuros.