Ozzie, un hermoso labradoodle de 9 años quien vive con sus padres humanos en Llandudno, Gales del Norte tuvo que ser llevado al veterinario después de hacer una travesura que puso en peligro su salud. El juguetón can aprovechó un descuido, tomó un sobre del buzón y devoró su valioso contenido.
Cuando Judith y Neil Wright regresaban cierto día de su casa después de realizar las compras, encontraron restos de billetes rotos regados en la cocina y muy cerca los miraba el protagonista de semejante desastre, el travieso Ozzie con la palabra culpable dibujada en el rostro.
Ozzie con su cara de «Yo no fui»
El dinero fue dejado en el buzón por un amigo de los Wright quien se los debía, eran ocho billetes de 20 Libras cada uno. Pero el perrito consiguió la manera de sacarlo y, al parecer, lo confundió con su comida preferida porque se los comió vorazmente.
«Alguien nos debía dinero y Ozzie lo sacó a través del buzón, así es como lo consiguió», dijo Judith Wright al canal de televisión británico Sky News.
Tuvieron que llevar a Ozzie a la clínica veterinaria Murphy & Co donde fue necesario realizarle un lavado estomacal para intentar sacarle los billetes.
El veterinario no solo sacó los restos de los billetes sino también un clip, una bolsita de plástico y algunos trocitos de zanahoria. La travesura del revoltoso labradoodle salió cara, Judith y Neil tuvieron que pagar ciento sesenta y cinco dólares por concepto de servicios veterinarios.
Todos esos billetes en su estómago
Todos se sorprendieron de que se comiera esos billetes, conocían de perros que ingerían jabones, calcetines, incluso el mismo Ozzie había ingerido otras cosas, pero dinero nunca.
“Se sabe que antes comía otros artículos, pero nunca dinero”, dijo el confundido Wright.
La pareja logró rescatar, por lo menos, cuatro billetes de veinte libras masticados, pero no pudieron hacer nada por el resto porque estaban destrozados.
Judith y Neil sus papás humanos
Existe la posibilidad de no perderlo todo, de acuerdo a la legislación británica, el Banco de Inglaterra puede reembolsar el dinero en esos casos, si al menos se tiene la mitad de un billete.
Por fortuna, el inquieto Ozzie se recuperó bastante bien, aunque ahora sus humanos estarán más pendientes de él.
“Afortunadamente, Ozzie se ha recuperado por completo”, dijo Neil.
La preocupada pareja está tomando sus previsiones y por eso decidieron colocar una caja de metal en el buzón para evitar en lo sucesivo que el perrito vuelva a comerse lo que consiga en él.
¡Qué hermosos son, y cómo nos alegran la vida estos inquietos y traviesos animalitos! aunque podrían en ocasiones ser menos costosas sus travesuras.
Comparte esta divertida historia con todos tus amigos, y no olvides estar pendiente de tu mascota para que no repitan las travesuras del comelón Ozzie.