Todos los días leemos noticias desagradables en los diarios: violencia, peleas entre hermanos, delitos, y toda esa clase de acciones las realizamos los seres humanos.
En ocasiones este tipo de noticias nos abruman y nos hace perder la fe en la humanidad, nos hacen pensar que el ser humano es el menos humano de todos los seres.
La humanidad es la capacidad de sentir solidaridad, afecto, compasión y respeto por los demás seres. En medio de las desgracias que a diario nos azotan y nos conmueven, no todo está perdido, y siempre hay alguien, que, como veremos en esta historia, es capaz de devolvernos la fe.
Mara Stevenson es un bondadoso corazón convertido en una mujer australiana que, desde sus 13 años se ha dedicado a recoger y a albergar a los animalitos en situación de calle, hasta asegurarse de hallarles una nueva familia.
Desde hace un par de años, Mara se mudó de su Australia natal a España, país donde hoy en día colabora con 16 refugios de mascotas a lo largo y ancho de la Península. No goza de grandes posibilidades económicas, pero su humildad y su entrega en favor de los animales sin esperar algo a cambio, es incalculable.
Mara con todos sus hijos adoptivos
A través de la Red, Stevenson se dio a la tarea de buscar adopciones “a la carta” para estos simpáticos perritos necesitados y ayudarlos a encontrar a alguien que los quiera como nunca antes, y respete sus derechos a llevar una digna vida como cualquier animalito.
En el proceso, la mujer conoció a Calvin, un peludo que estaba realmente delicado de salud y que la mujer rescató y acogió en su vida para dedicarse a lograr su recuperación.
“Estaba en condiciones espantosas, tenía un tipo de sarna muy complicada y nadie lo adoptaba por miedo al contagio”, contó Stevenson.
Su empatía con el pobre animalito se hizo tan fuerte, que Mara se empeñó en crear la fundación Anima Canis, una organización pro vida animal que rescata perros de la calle y les da una segunda oportunidad de vivir. Más que un refugio, Mara afirma que es un verdadero hogar.
Mara Stevenson con un pequeño cachorro rescatado
“Vivo con 32 perros, 18 son míos, los demás están aquí en acogida, esperando encontrar un lugar definitivo.
Casi todos ellos tienen problemas, tengo uno con cáncer, otro con leishmaniosis, también ayudo a una mamá desnutrida con seis cachorritos, tengo dos perros ciegos y otros que no se integran fácilmente con otros animales”, agregó la mujer.
A través de las redes sociales, Mara recibe donaciones, ya sea materiales, comida o en metálico, así que necesita de la ayuda de todos para seguir llevando a cabo su loable labor.
Más que una mujer y una rescatista, Mara es un ángel sin alas que les brinda a estos preciosos e importantes seres vivos indefensos, una segunda oportunidad para ser felices en manos de personas que les devuelvan todo el amor que ellos dan.
No olvides que somos seres vivos con la capacidad de sentir empatía por lo que otros viven, realizar buenas acciones te hace más humano, te levanta el ánimo y puedes sentir cómo algo cambia dentro de ti. Comparte la labor de Mara.