Carrot es un adorable alce que se ha hecho famoso en el pueblo de Kenora, en Canadá, por sus acostumbradas visitas especialmente en la época de Navidad.
Pero el año pasado todos los residentes quedaron sorprendidos y muy preocupados al ver llegar a Carrot con una herida en su cabeza. Todo parecía indicar que un cazador había estado asechando al pobre animal por pura diversión.
Los vecinos de Kenora manifestaron su repudio por el lamentable incidente ocasionado por alguien sin escrúpulos que había sido capaz de atentar contra la vida de uno de sus amigos favoritos tras haber lanzado una flecha en la cabeza de Carrot.
De pronto el pueblo de Kenora se vio envuelto en el temor de perder a Carrot, la alegría de la Navidad se había apagado ante la incertidumbre sobre qué pasaría con el herido animal.
Lee-Ann Carver recuerda a Carrot como un adorable y especial animal.
“Carrot llegó acompañado por otro alce conocido como Potato. Era un pequeño cervatillo, un huérfano. Los alces adultos a veces adoptan cervatillos huérfanos como Carrot, o quien más tarde se convertiría en Carrot”, dijo Lee-Ann.
Desde esa vez Carrot comenzó a visitarlos todos los años en vísperas de la Navidad. El pasado mes de diciembre ya era distinto de todos los anteriores por todo lo que ha sucedido con la crisis sanitaria alrededor del mundo, pero lo que jamás se imaginaron era que tendrían una preocupación más.
Lee-Ann notó que algo estaba mal cuando vio que su marido había regresado con lágrimas en sus ojos. Se trataba de Carrot, quien había llegado, pero no se encontraba bien.
En su cabeza tenía una flecha que los entendidos en la materia la reconocieron como una flecha de carbono, un material usado frecuentemente en las ballestas de los cazadores.
“Lamió mis manos y sentí que muchos recuerdos pasaron por mi corazón. Estoy casi segura de que enloquecí a todos mientras hablaba con Carrot, pero intentaba llamar su atención para que confiara en mi volviera a casa. Cuando lo llamaba por su nombre él dejaba de caminar y volteaba sus ojos hacia mí», agregó Lee-Ann.
Algo tenían que hacer para salvar a este alce que tanto amor y alegría les había dado. Su dulce mirada expresaba que necesitaba ayuda para superar la situación.
Lee-Ann y su marido temían que quitar la flecha y abrir la herida de Carrot tuviera un resultado fatal.
De inmediato fueron los especialistas y se hicieron cargo del alce. Afortunadamente consiguieron sacar la flecha con éxito, sin causarle mayores daños al animal. Solo tuvieron que darle algunos medicamentos y analgésicos que al principio lo dejaron un poco mareado.
Lee-Ann y todos estaban muy felices porque Carrot pudo compartir la Navidad con ellos.
Comparte esta historia, que por suerte tuvo un final feliz, es muy lamentable que pasen esta cosas y se le haga daño a animales indefensos que son agredidos por personas sin escrúpulos.