Las aves pueden llegar a ser las criaturas más escurridizas y desconfiadas del reino animal, pero cuando se les trata con amor siempre sabrán cómo agradecer. Precisamente esa respuesta es la que incentivó una cuidadora filipina llamada Lohwana Halaq, que durante 5 años ha velado por el cuidado y protección de un extraño ejemplar de águila.
La criatura nació en cautiverio y pronto estrechó lazos con Halaq.
Su nombre es Sinag, un águila filipina que vive en un santuario administrado por la The Philippine Eagle Foundation.
Existen otros ejemplares de su especie en el lugar, pero resulta que esta criatura no se lleva mejor con más nadie que no sea su cuidadora y mamá humana.
«Oye, guapa ¿Qué tal me veo?»
Aunque según los cuidadores y expertos en la materia, lo que sucede realmente es que Sinag ha identificado a la mujer como su pareja. La relación que lleva y la manera que interactúa con la joven es un asunto pocas veces visto.
Por su parte, a Lohwana poco le importa que esta ave la considere su novia o esposa. La chica está encantada de poder cumplir con su labor y la desempeña con el mayor amor y entrega posible.
Sinag parece perdidamente enamorado de su cuidadora.
Halaq conoce la difícil situación de estas aves que, según Depto. de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de Filipinas, es considerada como una de las más grandes y largas del mundo.
Un pretendiente bastante curioso el que se gasta esta mujer.
En el mundo existen sólo unos 500 ejemplares, así que el peligro de extinción está latente.
“El águila filipina enfrenta un peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat. Si esta situación persiste, los ejemplares jóvenes no tendrán territorio para perpetuar su especie. La caza también ha contribuido a la disminución de la población”, informó el Depto. de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de Filipinas.
La naturalidad con la cual Sinag trata a su entrenadora y lo confiado que se ve ante la cámara habla de un ave saludable y a su vez acostumbrada al trato de los humanos. Pero que esto no nos haga equivocarnos, ya que este ejemplar es fiel a Halaq y no piensa reemplazarla.
En la siguiente grabación se le ve curiosa y feliz, siendo un águila protegida por su pareja en el santuario.
Seguro vendrán más vídeos sobre este par, pero por ahora no podemos más que agradecer a esta chica y a todas las personas que apuestan por la conservación y hacen del rescate animal su verdadera pasión.
Dicen que el amor está en todas partes así que para Sinag no hay impedimento alguno para querer, comparte la curiosa nota y envíales tus bendiciones a esta águila.