Un hombre que vive en un lugar nevado muy remoto, quedó desconcertado y complacido con el peculiar «amigo» que un día lo visitó.
Lo que sucedió después fue tan inesperado que trajo la atención de turistas y medios locales. Te aconsejamos vivamente que sigas leyendo hasta el final…
La amistad es uno de los dones más grandiosos que pueden tener las personas. Bien dicen que un amigo es un tesoro, y cuando esa relación es incondicional, y no admite diferencias de especies, ni tamaños, ni colores; es algo que debe ser documentado y compartido con el mundo.
Es la maravillosa historia que difundimos hoy desde Zoorprendente, se trata de un improbable y emotivo vínculo que ha desarrollado un gentil hombre de 65 años llamado Seppo Laamanen, con un animalito que lo tomó por sorpresa al tocar su puerta.
El hombre vive en una cabaña perdida en la montaña, en Punkaharju, Finlandia oriental
Acostumbrado a esa solitaria vida en medio de las más bajas temperaturas, un día le llamó la atención un ruido afuera de su porche.
No era habitual recibir visitas en ese lugar tan alejado, por lo que pensó que se trataría de algún animal salvaje, pero jamás imaginó lo que sucedería después.
Seppo se asomó para ver qué sucedía, y enseguida pudo ver cómo de la nieve emergía una dulce criatura desnutrida y muerta de hambre, que suplicaba por un poco de comida.
Seppo jamás había recibido visitas en ese remoto lugar
El curioso animalito era nada menos que una nutria salvaje.
La bautizó con el nombre de Iivari
Como si de una grata visita se tratara, no dudó en acogerla y hacerla pasar a su humilde hogar.
La nutria se mostró sorprendida y agradecida por la hospitalidad de su nuevo amigo
Seppo se dedicó a alimentarla con gusanos y peces, y la dulce Iivari pronto entendió que su nuevo amigo era alguien en quien definitivamente podía confiar.
¡Qué suerte haberte encontrado!
Pero, una vez que Iivari repuso sus fuerzas, tuvo que seguir su camino y se marchó para valerse por sí misma. A fin de cuentas, es la ley de la vida. Sin embargo, jamás se olvidaría de ese buen amigo que sació su hambre cuando tanto lo necesitaba.
Seppo se quedó feliz por haberla conocido pero un poco triste por su partida. De hecho, pensó que no la volvería a ver nunca más y que su amistad quedaría grabada en su corazón.
Pero, cuál fue su sorpresa, cuando un día la vio volver, y lo repetiría una y otra vez, como señal de gratitud.
Ella no podría olvidar al buen hombre que la ayudó
Ese sería el inicio de una maravillosa amistad que se volvió tan popular que atrajo la atención de la prensa local y de turistas curiosos, que querían constatar con su propios ojos lo que ocurría entre el hombre y la adorable nutria.
Una amistad sin precedentes en la que nadie creía hasta ser testigo de ella
A pesar de que han llegado distintas visitas al lugar, con el único humano con el que Iiviari se siente realmente feliz, es con Seppo.
Incluso responde a órdenes sencillas que él le da, se comporta más bien como un perrito que como un animal salvaje.
La nutria lo sigue a todos lados y recibe agradecida sus cuidados, alimentos y caricias.
La historia de su ejemplar e inseparable amistad se ha difundido por el mundo entero.
Se puede decir que el par realmente está perdidamente enamorado el uno del otro, es una relación casi de pareja la que tienen y es verdaderamente asombroso.
Las imágenes del dulce animalito que parece domesticado enamoran a millones en las redes, al verla tan amada, libre y feliz, en un lugar que parece sacado de un cuento.
Esta amistad adorablemente única es algo que tienes que ver para creer, júzgalo por ti mismo:
¡No hay nada como el vínculo entre dos amigos, independientemente de la especie! Nos demuestra que un mundo de convivencia, armonía y respeto entre humanos y animales, sí es posible.