Un buen hombre de California vio a un pequeño gato atigrado en las calles sin madre ni hermanos y con la ayuda de los rescatistas locales, lo trasladó de manera segura al hogar de Ashley Kelley, una voluntaria adoptiva de Wrenn Rescues.
El gatito llamado Jurgen nació con labio leporino y un maullido muy dulce. Durante las dos primeras semanas de su vida, estuvo luchando contra una neumonía grave y otros problemas de salud, aunque era muy pequeño sobrellevaba las adversidades de su condición con mucha valentía y fuerza.
Jurgen parecía que no lo lograría, pero nunca se rindió
Hubo momentos en los que Ashley no estaba segura de que el gatito lograra sobrevivir, pero continuó luchando junto a él sin cansancio un día a la vez. Con los antibióticos, los tratamientos de nebulización y el oxígeno, las cosas empezaron a mejorar para Jurgen.
Aela, otra gatita adoptiva que también tiene labio leporino, participó para animar al pequeño que se convirtió en su amigo desde que se acercó a olerlo rápidamente. El oxígeno marcó una diferencia importante e inmediata para Jurgen, su color mejoró, su voz volvió y se llenaba de dicha a la hora de comer.
Jurgen disfrutó mucho que lo peinaran con un cepillo de dientes que simula la lengua materna de un gato, después de otra semana de esmerado cuidado, el niño atigrado se animó y comenzó a moverse con más energía. Se mantuvo firme en los tratamientos y continuó aumentando de peso todos los días.
Aproximadamente a las dos semanas de edad, Ashley pudo suspender la bombona de oxígeno, así como los tratamientos para su afección respiratoria, por lo que Jurgen comenzó a tener la vida de un gatito normal.
Su crecimiento se detuvo durante varios días mientras estaba muy enfermo. Tan pronto como su cuerpo sanó, el atigrado tenía la misión de crecer grande y fuerte comiendo con un apetito voraz y además, se convirtió en una gran máquina de ronroneos.
A Jurgen le encanta que otro gato lo mime, por esto Ashley conocía al amigo perfecto con quien emparejarlo. Justo antes de que se llevara a Jurgen al rescate, otro huérfano llamado Luca llegó con una historia similar, su madre gata lo dejó atrás y nunca regresó por él. Pero por suerte, una persona amable lo recogió y se apresuró a buscarle ayuda.
Luca, otro gatito con discapacidad, se convirtió en su amigo perfecto
Luca, que pesaba solo 95 gramos en ese momento, estaba decidido a aumentar su peso y recuperarse, se agarró a la botella de su biberón como un campeón y engulló la comida como si no hubiera un mañana.
Cuando Jurgen finalmente alcanzó el tamaño adecuado, llegó el momento de que los dos se encontraran. Luca inmediatamente tomó a Jurgen y comenzó a seguirlo.
Jurgen protestó al principio, pero una vez que Luca se durmió y se acurrucó, Jurgen se acurrucó junto a él, tomaron una siesta juntos y sellaron el trato. Han sido los mejores amigos desde entonces.
Luca no tiene la mejor vista y lo más probable es que tenga una visión de túnel.
Es muy tímido debido a su discapacidad visual, y Jurgen lo ayuda a sentirse seguro. Le encanta seguir a Jurgen para explorar, pero nunca se aventuraría por su cuenta. A Luca le gusta seguir el ejemplo de su amigo cuando juegan y acurrucarse junto a él cuando duermen la siesta.
Teniendo a Jurgen a su lado, Luca se siente más seguro y los dos amigos se complementan maravillosamente. La próxima misión de Ashley es encontrarles un hogar en el que puedan permanecer juntos.
Ahora ambos son una dupla sencillamente maravillosa
Una amistad como esta es digna de ser compartida, en especial porque le robará una linda sonrisa a más de uno. Estos felinos nos recuerdan el valor de adoptar y además, nos demuestran la importancia de amar sin condiciones.