Muchas personas recurren a diferentes fundaciones proteccionistas de la vida animal cuando ven a alguna criatura en peligro, lesionada o vagando por las calles. Esto es lo correcto, pero lo triste es que son pocos los que además de solicitar la ayuda se interesan en prestar algo de colaboración por sus propios medios.
¡Vamos! Que en las fundaciones siempre tendrán la mejor disposición para ayudar pero una mano amiga de parte de la comunidad tampoco les viene mal.
En los refugios siempre hay trabajo que hacer y pocos voluntarios. Son muchos los casos de animales en apuros que llegan a sus sedes cada semana, unos casos más dolorosos y severos que otros. Todo esto lo sabe muy bien Sherri la fundadora de West Coast Animal Rescue.
El amor por los animales de esta mujer de California la motivó a ofrecer su ayuda a los más necesitados a través de un refugio.
Cuando Sherri pensó en la idea sabía que no sería nada sencillo pero esto no le importó y ahora West Coast Anima Rescue se encarga de rescatar a decenas de perritos sin importar su condición.
En el interior del albergue viven canes jóvenes y ancianos con problemas de salud, lesiones y otros cargados de energía.
La misión no es sólo rescatarlos de las calles o ambientes conflictivos, sino darles un nuevo hogar y esta es otra de las partes difíciles.
Las personas por lo general deciden adoptar a los más jóvenes y saludables pero pocos piensan en los que llevan años en el lugar. Esta situación no es sólo desgastante para los perros sino para Sherri que debe velar por ellos.
Su labor es gratificante pero a la vez abrumadora, así que su buena amiga Susan decidió hacer algo por ella.
La mujer se puso en contacto con el programa de Prank it FWD para sorprender a Sherri y a sus ángeles peludos. La rescatista estaba preparada para un gran evento de adopción en el que esperaba que muchos perritos encontraran un hogar pero se entristeció cuando notó que nadie aparecía.
Además, una autoridad se estacionó en el lugar y para Sherri parecía que las cosas estaban a punto de empeorar. Mira por ti mismo el dulce vídeo.
Sherri termina entre lágrimas al ser sorprendida con una unidad especial para su refugio, además de decenas de familias dispuestas a llevarse un peludin a casa. Incluso los perritos más ancianos encontraron ese día un nuevo hogar.
La sorpresa fue una lluvia de ternura y humanidad, muchos de los animales que habían estado al cuidado de la rescatista por años, por fin encontraron un hogar.
Comparte esta nota y que las alegrías e historia de Sherri lleve a otros a reflexionar sobre la gran labor que hacen las personas como ellas. Por favor ayuda en tu refugio local.