Emotiva y real historia que nos demuestra que existen los milagros, que el amor de una mascota puede ayudar a sanar.
Zach Skow es un hombre amante de los animales, que rescató tres maravillosos perros de varios refugios al norte de California.
Tug, Marley y Buddy son los perritos que Zach ama con todas sus fuerzas
Pero de pronto, Zach había perdido peso, sus ojos grises ya estaban disimulados por un color amarillento, su cuerpo estaba siendo víctima de todos aquellos excesos en su juventud.
Empezó a tomar alcohol desde los 16 años, luego aparecieron las drogas, y poco a poco estaba inmerso en sus vicios, sin que nadie pudiera sacarlo de ese pozo.
Hasta que a los 28 años, un informe médico le confirmó que su apariencia física y los síntomas dolorosos que cada vez eran más fuertes, obedecían a una terrible enfermedad.
Zach tenía cirrosis, insuficiencia hepática en fase terminal, varices en el esófago y periodos de alucinaciones. Los médicos no le daban esperanza de vida a menos que se realizara un trasplante de hígado, y para ello debía estar 6 meses mínimo sin consumir ni alcohol ni drogas.
Zachh decidió ir a la casa de su familia en Tehachapi, junto con sus perros.
Se miraba al espejo y solo podía ver un ser vacío, sin alma, sin esperanza de vida; espejo que también reflejaba a sus perros, quienes siempre se mantuvieron a su lado, sin ver el hombre entregado, hundido en la desesperación. Sólo podían ver y sentir a esa persona que un día los rescató de un refugio y cuidó de ellos.
Zach, ya sin ganas de vivir, sólo pensaba en luchar por sus mascotas, así que comenzó a realizar caminatas que poco a poco se hicieron frecuentes.
Una mañana muy fría, cuando el sol estaba sobre las montañas, Zach observó una sombra y a medida que se acercaba pudo apreciar que se trataba de un hombre mayor, de nombre Wendell, quien se aproximó para acariciar a los perros. Lo que no sabía Zach era que ese paseo para Wendell era el primero tras la muerte de su esposa.
Ese encuentro entre Zach y Wendell dejó un mensaje claro para Zach, después de que Wendell pasara por momentos tan difíciles estaba ahí, lograron ser muy buenos amigos.
Desde ese día Zach se aferró más a sus perros.
Zach fundó su propio centro de rescate, su nombre fue Marley´s Mutts, desde entonces son miles de perros que han sido rescatados y rehabilitados. Increíblemente este objetivo de querer ayudar a los perros de los distintos refugios del condado de Kern, se había convertido en su salvación.
Sus caminatas fueron continuas y cada vez de mayor recorrido, los perros lo motivaban a seguir caminando, pasaron siete años y Zach no había consumido más alcohol ni drogas.
Su médico lo diagnóstico nuevamente. ¡Milagrosamente estaba curado!, ya no tenía ni cirrosis, ni varices en el esófago y ya no necesitaba ningún trasplante. Esa mirada perdida en el espejo ya no estaba más, ahora manifiesta lo importante que es la vida y el amor a las mascotas, quienes de verdad nos aman sobre todas las circunstancias.
Zach era un hombre con una enfermedad terminal que fue venciendo gracias a sus tres perros, quienes nunca lo abandonaron y lo empujaron a dejar los vicios por las caminatas.
No dejes de compartir esta historia para celebrar la fidelidad de estos ángeles de cuatro patas a los que muchos les deben la vida. ¡Los milagros por amor sí existen!