Al contrario de lo que se piensa, el trabajo de preservar el ambiente y a las especies animales no es una tarea sencilla. Es mucho el conocimiento, la sensibilidad y los factores a tener en cuenta para realizar tan noble labor, sobre todo en cuanto a los animales en peligro de extinción se refiere.
Esto lo sabe de sobra Daniel Ojeda, un voluntario en pro de la fauna silvestre, quien no pudo creer lo que vieron sus ojos durante un patrullaje por una zona boscosa ubicada en la Provincia de Santa Fe, Argentina.
Mientras caminaba por el monte, vio a tres animales silvestres conocidos como aguara guazú (o lobos de crin), tres fabulosos ejemplares considerados en peligro de extinción, pero, además, absolutamente inofensivos para el ser humano.
Aquello fue un enorme privilegio para Ojeda. Los peludos se le acercaron y se dejaron acariciar, totalmente confiados y tiernos. Definitivamente, un hecho que nos llama a la reflexión, ya que, a pesar de su nobleza, estos animales se ven diariamente asediados por la mano criminal del hombre.
“Los aguara guazú son extremadamente inofensivos para el ser humano, algo que pareciera ser bueno, pero que, en realidad, les ha costado ser, por décadas, presas de la caza ilegal”, señaló Ojeda.
Estos ejemplares salvajes son naturales de la zona de Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Habiendo sido considerados extintos durante algún tiempo, resulta casi un milagro este nuevo avistamiento.
Fácilmente identificables por su característico pelaje de color rojo y su gran estatura, que puede superar el metro de altitud y longitud, son carnívoros depredadores de animales más pequeños, por lo que tampoco el ganado tiene algo que temer de ellos.
En las imágenes, es posible observar a aquel hombre emocionado por el encuentro. No solamente tuvo la oportunidad de verlos a los lobos de cerca, sino también de acariciarlos, de jugar con ellos, como si se tratase de sus mascotas de toda la vida.
“Tener la posibilidad de interactuar con tres ejemplares de esta manera es impagable, me sentí feliz, un momento único que me regaló esta profesión, esta vida”, dijo Daniel Ojeda.
A pesar de que la caza furtiva mantuvo a este animal diezmado, la pérdida del hábitat es actualmente su mayor amenaza. La paulatina sequía de los humedales y la deforestación de los bosques como principales enemigos.
Su preservación está en estrecha relación con las políticas que se tomen por parte de los diferentes países, tendentes a frenar la matanza indiscriminada de los hermosos aguara guazú.
Comparte esta historia. El aguara guazú se encuentra registrado en el Apéndice II del listado de especies protegidas de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Levantemos la mano por ellos.