Sandy es un adorable perrito que ha superado cualquier límite de perrito protector, desde que llegó a su familia cuando era solo un cachorro siempre ha estado pendiente de los más pequeños de la casa, cuidarlos y acompañarlos es de las cosas que más disfruta hacer.
Este encantador peludito sigue de cerca cada uno de los pasos de los niños, solo quiere que estén a salvo y estar todo el día para ellos.
Nuestros compañeros perfectos sin duda son los peluditos.
Sin embargo, Sandy no ha comprendido que hay lugares donde no los puede acompañar, pero esto parece no importarle y siempre busca la manera de estar a su lado.
Cuando los niños salen a caminar Sandy los sigue y escapa por la puerta trasera para caminar con ellos, la mayoría del tiempo sus padres lo detienen y regresa a casa antes de que pueda estar lejos. Karen Manthey, la dueña del perrito, comentó:
“Quiere estar involucrado en todo lo que hacemos. Le molesta cada día que alguien de nuestra familia deje su cuidado. En los viajes de campamento, si la familia está separada, pasará todo el tiempo corriendo de un lado a otro para verificar que cada grupo esté seguro”.
Su instinto protector es tal que un día aprovechó que los padres estaban distraídos y escapó de casa para seguir a los niños hasta la escuela. El perrito estaba un poco nervioso cuando fue descubierto en los pasillos, su travesura no se hizo esperar y terminó en la oficina del director.
Por supuesto, que en la escuela estaban encantados con él, después de todo, estaba disfrutando ser el centro de atención y estar con quien más ama.
El vínculo entre un perrito y un niño supera cualquier adversidad.
Karen se enteró de las travesuras de Sandy cuando vio a uno de los niños llegar a casa con él, en la escuela intentaron comunicarse con ella pero no lograron concretar una llamada.
“La escuela había intentado llamarme pero mi teléfono estaba apagado, mi vecino que estaba en la escuela tomó la infame foto de él para preguntar si era mío. Debido a que vivimos tan cerca, la escuela permitió que mi hijo lo llevara a casa. Ambos estaba encantados con la aventura”.
Karen, avergonzada por la situación, se acercó a la escuela para disculparse y saber si las travesuras de Sandy habían ocasionado algún daño. Afortunadamente, más allá de hacerlos reír y disfrutar de su presencia no pasó a mayores.
Todos se divirtieron con Sandy en la escuela, él por supuesto estaba orgulloso de lo que había logrado.
La travesura más tierna que dejó a todos en sonrisa permanente.
La madre asegura que es un perrito muy obediente, pero esta vez le ganó su corazón para superar su entrenamiento. Lo que más deseaba era asegurarse que los niños estuvieran a salvo.
No hay vínculo más hermoso que el de un perrito con los niños. Dos seres que aman incondicionalmente y sin esperar nada a cambio. ¡Comparte!