El trabajo que los rescatistas hacen día a día es realmente asombroso. Muchos se encargan de salvar a animalitos de la calle de situaciones peligrosas y brindarles todo el apoyo veterinario que necesitan para recuperarse.
Para que todo este esfuerzo valga la pena, los procesos de adopción juegan un papel fundamental.
Muchas veces no hay personas suficientes para brindar a todos los animalitos el hogar que merecen y algunos de ellos quedan obligados a pasar su vida entera sin conocer el calor de una familia.
Los peluditos que tienen menores probabilidades de ser adoptados son aquellos de color negro, de necesidades especiales o los que ya se encuentran muy viejitos.
Afortunadamente, hay algunas personas como Brigid Staub. La joven había pasado una larga estadía en el hospital. Su salud se encontraba muy frágil.
A pesar del esfuerzo de los médicos, hubo ocasiones en donde todo parecía caso perdido. Meses después, contra todo pronóstico, Brigid se recuperó y regresó a casa sana y salva.
Después de pasar tanto tiempo entre las tristes paredes de un hospital, Bridig estaba decidida a aprovechar su vida al máximo. Era hora de dar comienzo a nueva etapa y quería hacerlo con la mejor compañía posible.
Fue entonces cuando se dirigió a un refugio local y habló con los rescatistas. Normalmente las personas dan un largo vistazo a todos los peluditos pero la joven ya sabía muy bien a quién buscaba.
“Muéstrenme el animalito que lleve aquí más tiempo”, pidió Brigid.
La joven quería darle una oportunidad a aquel peludito que había sido ignorado por todos una y otra vez. Los rescatistas la llevaron con un gata llamada Kali.
Había vivido en las calles y cuando la salvaron lo único que hacía era aferrarse al calor de un abrigo que alguien había dejado a un lado de la acera. Estaba tan viejita que ya había perdido todos sus dientes pero todavía tenía muchísimo amor para dar.
“Ojalá todos le dieran una oportunidad a los animalitos que ya son mayores”, comentó un usuario en las redes.
Sin pensarlo dos veces, Bridig formalizó la adopción de la hermosa gatita. Desde que llegó a casa, Kali no ha parado de ronronear y se acuesta muy cerquita de ella para pedirle que le brinde mimos. Esta gatita había visto partir a todos los animales del refugio. Había sido rechazada por todos pero finalmente encontró a su humana perfecta.
Bridig y su gatita ahora son inseparables. Ambas pasaron por etapas muy difíciles pero gracias a su nueva a mistad todo eso cosa del pasado. ¡Comparte!