Las peleas de perros es una práctica inhumana que tienes años destruyendo la vida de miles de peluditos. Detrás de este negocio se encuentran personas sin corazón que no tienen el menor remordimiento al lucrarse con el sufrimiento de criaturas inocentes. Esto no es un secreto para nadie, pero hoy queremos mostrarte la cara después de una vida de abusos.
Conoce la historia de una valiente cachorra llamada Mercy.
Esta pitbull fue rescatada en el 2016, a la orilla de una carretera en Echo Lake en Texas (Estados Unidos). A la peluda la habían dejado de lado entre un montón de escombros, después de someterla al horrible mundo de las peleas.
Esta inocente criatura no podía movilizarse bien.
Mercy adolorida, hambrienta y desorientada esperó en el lugar su inminente final pero una luz al final del túnel brilló y su historia cambió de manera vertiginosa.
Judy Obregón, fundadora de la ONG “Tao Animal Rescue”, vio a Mercy a la orilla de la carretera y se detuvo a auxiliarla.
La perrita abusada fue rescatada en el último momento.
La peluda parecía no mostrar signos vitales pero de la nada comenzó a mover su cola, como diciendo “¡Ayúdame, estoy viva!”.
La rescatista la tomó entre sus brazos, la subió a su camioneta y llevó de inmediato al refugio para intentar salvarla.
Judy consoló a la criatura durante todo el camino para intentar animarla.
El estado de Mercy era crítico, el veterinario encontró diversas lesiones en su cuerpo y dedujo que se trataba de una pitbull utilizada en las peleas ilegales de perro. En ese momento, la peluda entró en un plan estricto de cuidados para lograr su recuperación.
Mercy pasó por meses duros en los que recibió un par de cirugías para devolverle su movilidad. Una lesión en su cadera le impedía caminar con normalidad.
Esta amiguita tuvo que soportar mucho dolor.
Todo el esfuerzo de sus cuidadores fue recompensado con el coraje que demostró la perrita al aferrarse a la vida pese a tanto dolor.
Tras meses en recuperación, Mercy sorprendió a todos el día que comenzó a caminar. Aún faltaba mucho por hacer pero ese fue el empuje definitivo para comenzar una nueva vida.
La transformación de la perrita ha sido sorprendente.
Después de más de cuatro años de su rescate, Mercy es una perrita completamente diferente. La peluda no sólo se recuperó de sus lesiones físicas, sino emocionales y ahora tiene un nuevo hogar.
Tao Animal Rescue se encargó de gestionar la adopción de la pitbull cuando ella estuvo lista.
Mercy ha dejado su pasado atrás y ahora vive rodeada de amor, es la consentida de la casa y así lo demuestra el apego que desarrolló con su peluchito. Esta niña mimosa tiene un conejito rosa que la acompaña a todos lados, sus dueños la tratan como una verdadera bebé.
Este es el final que merecen todos los animalitos, comparte la historia de Mercy y demuéstrales a todos que juntos podemos hacer un cambio.